Irán anunció el viernes 22 de septiembre el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas con Yibuti después de más de siete años de ruptura por iniciativa de este último país del Cuerno de África. Esta reanudación de las relaciones se produce unos meses después de que Irán, de mayoría chiíta, y Arabia Saudita, de mayoría sunita, dos pesos pesados ​​de Oriente Medio, renovaran sus relaciones diplomáticas como parte de un acuerdo negociado en marzo por China.

Tras un ataque a su embajada en Teherán en enero de 2016 tras la ejecución en Arabia Saudita de un dignatario chiita saudí, Riad rompió sus relaciones con Teherán. Djibouti y otros países de la Liga Árabe habían roto, como señal de solidaridad, sus vínculos diplomáticos con Teherán.

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«Hoy, Irán y Yibuti anunciaron la reanudación de sus relaciones diplomáticas mediante una declaración oficial», afirmó el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, en un mensaje en X (antiguo Twitter). Este anuncio se hizo después de una reunión entre Amir-Abdollahian y su homólogo de Yibuti, Mahamoud Ali Youssouf, en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU. Yibuti está situado en la desembocadura del Mar Rojo, justo enfrente de Yemen, donde Arabia Saudita apoya al gobierno en su guerra contra los rebeldes hutíes. El jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán dijo que Irán y Djibouti habían acordado «desarrollar aún más sus vínculos amistosos» y «fortalecer la cooperación» en varias áreas.