Tranquilo vencedor de Namibia (96-0) el jueves por la noche en Marsella, el XV de Francia, sin embargo, no tuvo el corazón para celebrar tras el encuentro. Con el capitán Antoine Dupont golpeado en la cara e inseguro sobre el resto de la competición, todo el grupo francés contiene la respiración.

En los pasillos del estadio Vélodrome, los jugadores de Fabien Galthié se turnaron frente a los micrófonos, todos dirigiéndose a su compañero y amigo. “Estamos esperando saber qué tiene Toto (Antoine Dupont, nota del editor), sabemos la importancia que tiene en el grupo, lo que desprende. Cruzamos los dedos para que no sea demasiado grave. Todos sabéis la relación que tengo con él, es como la de un hermano”, reaccionó el pilar Cyril Baille, de vuelta en la competición contra los namibios. “Estoy esperando como todos, intenté llamarlo. Pero apesta. Cuando vemos las imágenes, es un shock bastante violento… Espero que no sufra demasiado”.

Rápidamente, los primeros exámenes realizados en el hospital no dieron buenas noticias sobre la gravedad de la lesión del medio scrum. Dupont sufriría una fractura en la zona del suelo orbital, quedando muy comprometida su presencia en los cuartos de final (14-15 de octubre). “Cuando salió, sospechábamos que era un poco grave…” admitió Gaël Fickou al final del partido, prueba del golpe de garrote ocurrido en el minuto 44. Tras la retirada de Romain Ntamack durante la preparación de este verano, el XV francés podría perder a su segunda estrella fundamental, mientras que lo serio comenzará, con un partido decisivo para la clasificación contra Italia, dentro de dos semanas en Lyon (6 de octubre). “Sufrimos un pequeño golpe a nuestra moral. Siempre es molesto perder a un jugador, especialmente a Antoine», admitió Melvin Jaminet antes de una nota más positiva firmada por Jonathan Danty: «Cruzamos los dedos. Puede que volvamos a necesitar a Antoine (sonrisa).

Sin duda, el XV de Francia necesitará de su capitán para lograr su objetivo final de ser campeón del mundo en casa. Sólo nos queda esperar, con estrés y esperanza…