Ahora es oficial. Los cazadores sorprendidos, rifle en mano, «en estado evidente de embriaguez» se enfrentan ahora a una multa de hasta 1.500 euros y 3.000 euros en caso de reincidencia, según un decreto publicado el domingo en el Diario Oficial.

“Estar en estado de embriaguez evidente durante una acción de caza o de destrucción con un arma de fuego o un arco” expone a una multa de quinta clase, según el texto, es decir, a una multa máxima de 1.500 euros o 3.000 en caso de una reincidencia.

Durante la presentación en enero de un plan destinado a hacer la caza más segura tanto para sus practicantes como para los caminantes, con el fin de “tender a cero accidentes”, el gobierno anunció que “la práctica de la caza bajo la influencia del alcohol o de estupefacientes estar prohibido.

Il avait précisé vouloir créer dès «début 2023 une contravention pour sanctionner l’acte de chasse sous l’emprise excessive de l’alcool» puis œuvrer à la création d’un délit d’alcoolémie pour les chasseurs, ce qui suppose une modification de la Ley.

Según la Oficina Francesa de Biodiversidad (OFB), el número de muertes y lesiones relacionadas con la caza viene disminuyendo desde hace 20 años. Durante la temporada 2022-23, los accidentes de caza provocaron la muerte de seis personas, sólo cazadores, “la cifra históricamente más baja registrada”.

La presencia de tres no cazadores entre las víctimas de las dos temporadas anteriores había colocado la caza en el centro del debate público, y se habían alzado voces para pedir su prohibición durante los fines de semana y días festivos.

Francia tiene casi un millón de cazadores.