Activistas del movimiento “Última Generación” (“Letzte Generation” en alemán) rociaron pintura el domingo en la Puerta de Brandeburgo, el monumento más famoso de Berlín, para pedir el fin del uso de combustibles fósiles y luchar mejor contra el calentamiento global.

Los seis pilares del monumento en el corazón de la capital alemana fueron rociados con “pintura de advertencia naranja utilizando extintores preparados”, dijo el movimiento en un tuit. La pintura se extendió por Pariser Platz, la plaza situada al pie del monumento, dejando huellas luminosas en la calzada.

Catorce personas fueron detenidas en el lugar, indicó a la AFP la policía local, que no denunció ningún acto de violencia. Los activistas querían enviar la señal de que es «hora de hacer un cambio político» para «alejarse de los combustibles fósiles», según su comunicado de prensa.

«Debemos salir del petróleo, el gas y el carbón a más tardar en 2030. Ya es hora de que (el canciller alemán) Olaf Scholz hable claro», afirma la portavoz de Dernier Génération, Marion Fabian, citada en el comunicado.

Decenas de miles de manifestantes climáticos, encabezados por niños y adolescentes, se manifestaron el viernes en Berlín y en toda Alemania para exigir más medidas al gobierno de Olaf Scholz para lograr los objetivos climáticos. Alemania quiere alcanzar la neutralidad climática para 2045.