El monte Pelée y las cimas del norte de Martinica, uno de los territorios franceses de ultramar, fueron declarados patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco el sábado en Riad (Arabia Saudita) durante la 45ª sesión del comité del patrimonio mundial, anunció la organización de la ONU. El monte Pelée y las cumbres del norte, una cadena montañosa de origen volcánico, cubren 13.980 hectáreas de la superficie de la isla situada en el corazón del archipiélago caribeño, o el 12% del territorio de Martinica.
Con este registro, Martinica adquiere su tercer sello de la Unesco en dos años, después del de reserva de la biosfera y el otorgado por las “buenas prácticas para la salvaguardia del patrimonio inmaterial” en relación con el esquife redondo, una embarcación tradicional.
«Este es un momento histórico para Martinica, pero más allá, para el Caribe y el mundo entero», se alegró el presidente del consejo ejecutivo de Martinica, Serge Letchimy, que ve en esta inscripción en la lista del patrimonio mundial «un poderoso y valioso herramienta de conservación” y “la expresión de una identidad ecológica”. Cette décision «est une reconnaissance de la valeur universelle du patrimoine naturel martiniquais, qui se distingue par sa géologie et sa biodiversité exceptionnelles» et constitue «un signal fort en faveur de la préservation de la biodiversité», s’est pour sa part félicité le Ministerio de Asuntos Exteriores.
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Según el Parque Natural de Martinica, la inclusión en la lista del patrimonio mundial “podría aumentar el número de visitantes entre un 30 y un 40 %” en la isla. La erupción del monte Pelée el 8 de mayo de 1902 provocó la muerte de casi 28.000 personas. Ciento veintiún años después de su explosión, el volcán, aún activo, permanece bajo vigilancia permanente.