Es raro que Sandrine Rousseau haga semejante introspección. Mientras el psicoanalista Gérard Miller, vinculado desde hace mucho tiempo con La France Insoumise y con Jean-Luc Mélenchon, es acusado de agresión sexual y violación por decenas de mujeres, la parlamentaria ecologista volvió en detalle a la situación entre dos en la que se encuentra desde hace varias semanas. . En una entrevista concedida a la revista Elle, publicada el miércoles, la ecofeminista, que sin embargo recibió el apoyo del columnista durante las primarias ambientalistas de 2021, admite sentirse traicionada de manera “absoluta, total, fundamental”. Varias fotos del parlamentario y del hombre de 75 años juntos, tomadas en ese momento, difundidas en las redes sociales en los últimos días, Sandrine Rousseau “pide disculpas” a las mujeres que incriminaron a Gérard Miller.

«Aunque (el funcionario electo) no supiera nada al respecto», el diputado Nupes «piensa» que, para las víctimas, «fue difícil verlo». La oportunidad también de volver a las vacilaciones de su bando para desvincularse completamente del escritor, una vez que la revista hizo públicas las palabras de las mujeres. Como en el caso Quatennens, hace un año y medio, cuando el diputado del mismo nombre del LFI reveló que había puesto sus manos sobre su ex socio. Lo que había fracturado aún más a la izquierda. Para Sandrine Rousseau, la falta de respuesta de sus amigas hacia el psicoanalista “muestra un shock”.

“Es más difícil cuando ocurre dentro de tu familia política. No vamos a esconder la cara, es un silencio un tanto vergonzoso también. No estamos orgullosos de tener esto en casa”, reconoce el diputado de la EELV. Sandrine Rousseau, que se considera «muy sola» a la hora de liderar la lucha contra la violencia sexista y sexual, «no cree que (los) partidos estén en primera línea en estas cuestiones». Como prueba de que las acusaciones contra Gérard Miller la conmueven profundamente, este último espeta, casi decepcionado: “¿En quién podemos confiar realmente?” “Si incluso los aliados resultan ser atacantes o violadores potenciales, ¿en quién podemos confiar? Se convierte en un problema humano: es una lucha en la que no se puede contar con ningún hombre”.