Un viaje más que laborioso. 700 pasajeros de un TGV Lyon-Toulouse se vieron obligados a esperar cinco horas en la campiña de Drôme debido a un corte de energía. El tren salió a las 12:06 horas de la estación de Lyon. Se vio obligado a detenerse hacia las 13 horas, poco después de pasar Valence, en Drôme.
Según Le Progrès, a los viajeros se les permitió salir de los coches después de esperar una hora y media sin aire acondicionado. Los bomberos, acompañados de agentes de protección civil, acudieron para auxiliar a los pasajeros.
La avería se debió a un “hundimiento de un cable que sostiene la catenaria entre Aviñón y Valence”, indica la SNCF. Durante su larga espera, los viajeros recibieron agua. Según el diario regional de Lyon, sólo una persona fue atendida por molestias. La situación se calmó poco antes de las 18.00 horas, cuando un tren de sustitución llegó al lugar para recoger a los pasajeros y transportarlos a Nimes y Toulouse. “Por tanto, todos los trenes se desvían en la línea clásica, lo que supone una prolongación del tiempo de viaje”, especifica la SNCF. Equipos de técnicos han comenzado a reparar el cable defectuoso y durarán toda la tarde.