Son casi 12 millones de alumnos los que ocuparán los bancos de los colegios este lunes. Este es el momento que Gabriel Attal eligió para sacar de su maletín un nuevo anuncio. Tras la prohibición de la abaya a finales de agosto, el Ministro de Educación Nacional detallará en otoño “los métodos de experimentación con el uniforme” en las escuelas. «No estoy seguro de que sea una solución milagrosa que resuelva todos los problemas, pero merece ser probada», afirmó el lunes ante el micrófono de RTL. Desde sus primeros pasos en el Hôtel de Rochechouart, el ministro se mostró partidario de experimentar con el uniforme «si la comunidad educativa de un establecimiento» lo solicita, sin fijarse un horizonte.
“La mejor manera de probar una idea es probar cosas en una serie de establecimientos. Luego veremos si es útil o no para los estudiantes”, argumentó el ministro. En otoño, Gabriel Attal debería encontrar fácilmente un grupo de voluntarios en la derecha, donde se pide «ir más allá» tras la prohibición de la abaya en las escuelas. Como el jefe de LR, Éric Ciotti, que abogó en las columnas del JDD por el lanzamiento de un experimento en su departamento de Alpes Marítimos. «Será la mejor respuesta contra quienes buscan eludir la ley, y una manera de atenuar las diferencias sociales», justificó el domingo en el semanario.
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Se suma así a la petición del alcalde RN de Perpignan, Louis Aliot, que propuso el jueves llevar un «uniforme» en las escuelas de su ciudad, y a la del alcalde de Béziers, Robert Ménard, que también había expresado en la a partir de agosto su deseo de probarlo en su municipio. Durante mucho tiempo en las tuberías bajo el gobierno del ex Ministro de Educación Nacional, Jean-Michel Blanquer, su sucesor, Pap Ndiaye, finalmente descartó el uso generalizado de uniformes.