Unos 12 millones de estudiantes regresan a la escuela el lunes. Un regreso a los colegios que el Ministro del Interior califica de «sensible» ante el «fuerte aumento de las denuncias de ataques al laicismo en la escuela» y que exige «una respuesta firme». En un telegrama dirigido a todos los prefectos de Francia el domingo por la tarde, que Le Figaro pudo consultar, Gérald Darmanin les insta a que presten su apoyo, con la ayuda de la policía, a los responsables de los establecimientos responsables de prohibir el uso de la la abaya (un vestido largo tradicional que cubre el cuerpo y que usan ciertos estudiantes musulmanes) y el qamis, su contraparte masculina.

De hecho, el Ministro de Educación Nacional, Gabriel Attal, ha dado instrucciones de prohibir el acceso a las escuelas a los estudiantes que lleven estos trajes y de imponer sanciones contra ellos. En el caso de que estas sanciones conduzcan a represalias contra los funcionarios escolares, «víctimas de amenazas o ataques en relación con las instrucciones del Ministro de Educación Nacional», Gérald Darmanin afirma que se beneficiarán «sin demora» de la asistencia policial. «Intervendréis, siempre en colaboración con las autoridades educativas, con tacto y moderación, para dispersar las aglomeraciones que pudieran producirse frente a determinados establecimientos». También recomienda “reunir la unidad departamental para la lucha contra el islamismo radical y el repliegue comunitario” en caso de un aumento de las denuncias con motivo del inicio del año escolar 2023.

Gabriel Attal precisó que los estudiantes a los que se les negará la entrada a la escuela por llevar la abaya o el qamis serán «recibidos por los establecimientos y habrá un intercambio con ellos para explicarles el significado de gobernante». ¿Por qué tomamos esta decisión? Emmanuel Macron se declaró «intratable» con esta medida y prometió que el Gobierno «no dejará pasar nada». “Hay un principio, es el laicismo. Y existe una ley que prohíbe el uso de cualquier signo o vestimenta mediante la cual un estudiante demuestre su pertenencia a una religión. Es la ley que debe aplicarse a todos y nos aseguraremos de que se aplique correctamente”, afirmó la primera ministra Elisabeth Borne. Cuestionado a su vez sobre el tema, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, saludó esta decisión, considerando que el uso de la abaya es “una nueva prueba del Islam político contra la República” y que “no tiene cabida en la escuela de la República”. «.

Este anuncio, sin embargo, generó polémica, especialmente en la izquierda. La asociación Action Droits des Musulmans (ADM) recurrió el viernes al Consejo de Estado con urgencia para suspender la prohibición de la abaya en la escuela. Para los denunciantes, esta decisión «vulnera los derechos del niño, porque se dirige principalmente a niños presuntamente musulmanes, creando así un riesgo de discriminación étnica en la escuela». Y añadió: «Esta restricción de la abaya corre el riesgo de estigmatizar aún más a los musulmanes y socavar sus derechos sociales, culturales y educativos fundamentales».