El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiï Reznikov, anunció el lunes que había presentado su dimisión al Parlamento, un día después del anuncio de su sustitución por Volodymyr Zelensky, tras varios escándalos de corrupción en el ministerio en el contexto de la invasión rusa.

“Entregué mi carta de dimisión a Rouslan Stefantchouk, presidente del Parlamento ucraniano”, declaró en X (ex-Twitter) el Sr. Reznikov, en el cargo desde noviembre de 2021. “Fue un honor servir al pueblo ucraniano y trabajar por el ejército ucraniano durante los últimos 22 meses, el período más difícil de la historia moderna de Ucrania”, añadió.

En más de año y medio de guerra, Oleksiï Reznikov, de 57 años, se había convertido en una de las caras políticas y militares de la guerra con Rusia, viajando con frecuencia al extranjero para negociar nuevas armas y ayuda en equipamiento a los aliados occidentales de Kiev.

El domingo por la noche, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunció que sería reemplazado por Roustem Umerov, de 41 años, un destacado funcionario de la comunidad tártara de Crimea que representó a Kiev en el pasado en delicadas negociaciones con Moscú antes de ser nombrado responsable de las privatizaciones. El Parlamento todavía tiene que votar para validar este cambio al frente del importante Ministerio de Defensa.

Leer tambiénGuerra en Ucrania: Kiev también lucha en el frente de la corrupción

Esperado entre bastidores en los últimos días, interviene en medio de una contraofensiva contra el ejército ruso y mientras Volodymyr Zelensky ha prometido reforzar la lucha contra la corrupción, endémica en Ucrania, en respuesta, en particular, a las condiciones impuestas por la Unión Europea para mantener el estatus de Kiev como candidato a la adhesión.

Recientemente han salido a la luz varios escándalos de corrupción en el país. Uno de ellos afecta directamente a Oleksiï Reznikov y se refiere a un contrato de suministros militares firmado con una empresa turca. Roustem Oumerov era director del Fondo de Propiedad Estatal desde septiembre de 2022, un puesto destacado en un país donde el proceso de privatización está plagado de corrupción.