Bercy continúa con su política de “Nombre y vergüenza”. Desde mayo, la Dirección General de Competencia, Consumo y Prevención del Fraude (DGCCRF) publica periódicamente los nombres de personas influyentes señaladas por sus “prácticas comerciales engañosas”. Es decir, estas personalidades son acusadas de recibir pagos de marcas de belleza o moda para promocionar de forma encubierta sus productos en sus publicaciones. Este viernes fue la emprendedora Laura Marra, más conocida por sus 250.000 suscriptores de Instagram bajo el seudónimo de «itslauramarra», la que fue avisada. Tras una investigación de la Dirección Departamental de Protección de la Población (DDPP) de los Alpes Marítimos, la DGCCRF instó al influencer a “detener estas prácticas comerciales engañosas”.

«Laura Marra recibió pagos de socios comerciales para promocionar sus productos o servicios en sus publicaciones (que) no mencionaban su intención comercial», dijo en un comunicado de prensa. La oportunidad para el Ministerio de Economía y Finanzas de recordar que cualquier publicación en el marco de una asociación comercial remunerada «debe permitir identificar su carácter publicitario y la persona por cuenta de quien se realiza». Por tanto, la DDPP pide a Laura Marra “que cumpla con esta obligación”.

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Esta práctica de «nombrar y avergonzar» es una manera que tiene el Ministerio de Economía de aplicar el texto de la ley que regula el sector de influencia, que fue adoptado definitivamente a principios de junio por el Parlamento. A partir de ahora, la condición de influencer queda definida en la ley y queda prohibida la “promoción directa o indirecta de actos, procesos, técnicas y métodos con fines estéticos”, indica la ley.