Entonces, ¿cenar o no cenar? En Nupes, los representantes del partido unánimemente no quieren un momento de convivencia con los dirigentes de LR y RN, Eric Ciotti y Marine Le Pen. A lo mínimo. Por tanto, ninguno de ellos aceptó la cena propuesta por el Elíseo en el marco de la reunión prevista por Emmanuel Macron para el miércoles. Esta negativa quedó claramente expresada en la carta conjunta enviada al Jefe de Estado.

Por otra parte, como la discusión que comienza hacia las 15.00 horas en Saint-Denis podría prolongarse durante mucho tiempo, hasta el comienzo de la noche, los Nupes no tienen intención de hacer oír ningún rumor de hambre ante sus homólogos. a quién se le deben servir las bandejas. «El vientre hueco no tiene oreja, me voy a comer», bromea Fabien Roussel, jefe del PCF. «Pero no se trata de decir que cenamos juntos, ese no es el caso». Estamos al borde del asunto diplomático.

“Nadie tiene una posición independiente de los demás dentro de Nupes”, corrige un ejecutivo de uno de los partidos. Es simplemente que si funciona, sí podemos ser alimentados. Si se trata de tener un momento de convivencia con Marine Le Pen o Eric Ciotti, claramente no y para todos”.

«No hemos recibido ninguna llamada del Elíseo, nada, no sabemos nada. La organización es cuanto menos barroca”, se sorprende también Agustín Augier, asesor de la secretaria nacional de los ecologistas, Marine Tondelier. “Por otro lado, añade, Emmanuel Macron habría llamado él mismo a Jordan Bardella. En EELV, en cualquier caso, no se ha contactado a nadie y si no se ha contactado a nadie de la izquierda, es extremadamente preocupante. “El presidente había querido unirse a los participantes de todas las partes”, indica por su parte el Elíseo, confirmando las informaciones de Liberación sobre un intercambio con el jefe de la RN. Y resbaladizo que algunos de la izquierda tal vez no hubieran captado.

“Lo que realmente importa, añade Augier entre los ecologistas, es si por una vez habrá una forma de escucha por parte de Emmanuel Macron. Y como hace 6 años que no escucha nada ni a nadie, entonces no salimos pensando que lo va a hacer…” Un estado de ánimo poco optimista. En la izquierda, además, uno se pregunta si los rebeldes –y tal vez los ecologistas– tendrán siquiera tiempo de poner en marcha la famosa bandeja de comida. Es posible que algunos decidan irse antes de la hora de cenar.