Dos semanas después de los mortíferos incendios que asolaron la isla de Maui, las autoridades hawaianas anunciaron el martes 22 de agosto que aún habían identificado a 1.100 personas desaparecidas, según una lista elaborada por el FBI, que pide ayuda a sus familiares para facilitar la investigación.

Estos incendios, los más mortíferos en un siglo en Estados Unidos, han matado al menos a 115 personas, según el último informe provisional. Pero esta tragedia podría resultar mucho más grave. Desde que el incendio casi arrasó la localidad turística de Lahaina, donde residían 12.000 habitantes, miles de personas desaparecidas aparecen en diversas listas que circulan en las redes sociales o mantenidas por diversas autoridades: policía, Cruz Roja, centros de acogida, etc.

El FBI ahora está trabajando para estandarizar estos datos. «Estamos cotejando todas las listas para poder determinar quién sigue realmente desaparecido», anunció a la prensa el agente especial Steven Merrill. Según sus palabras, tras un examen, la policía federal enumera actualmente «1.100» personas desaparecidas. Es probable que esta cifra «aumente», añadió, ya que el FBI «todavía está en el proceso de recopilar datos adicionales». El lunes por la tarde, el alcalde de Maui había informado de 850 desaparecidos.

El FBI ha creado un número de teléfono exclusivo (808-566-4300) y anima a los familiares de los desaparecidos a ponerse en contacto con él. «Necesitamos realmente la ayuda del público», insistió Steven Merrill, explicando que algunas personas desaparecidas a veces son identificadas sólo por su nombre, en listas que circulan en línea. En tales casos, información adicional, como el apellido o la fecha de nacimiento, puede ayudar enormemente a la policía federal a localizar a la persona o confirmar su desaparición.

Las autoridades están haciendo todo lo posible para refinar los datos y esperan publicar una «lista verificada» de personas desaparecidas «en los próximos días», dijo el jefe de policía de Maui, John Pelletier. El FBI también emplea agentes para recolectar muestras de ADN de familias de personas desaparecidas que no pueden viajar a Maui, en cualquier parte del mundo. Porque la identificación de los cadáveres irreconocibles encontrados entre las cenizas de Lahaina es laboriosa. De las 115 víctimas identificadas, hasta el momento sólo han sido identificadas 27.

Disponer del ADN de los familiares de los desaparecidos es «un paso crucial para identificar» a las víctimas, recordó Julie French, vicepresidenta de la ANDE, empresa encargada de estas operaciones. «Casi las tres cuartas partes de los restos a los que se les han realizado pruebas de ADN hasta ahora han arrojado resultados que se pueden buscar», dijo. Pero sin ADN familiar con el que comparar estos datos, el proceso es inútil. Hasta ahora sólo se han recogido 104 muestras de ADN y las autoridades quieren disipar cualquier reticencia. «Los perfiles de ADN no son retenidos por el FBI» ni por la policía local, dijo el fiscal de distrito del condado de Maui, Andrew Martin. «La única razón por la que se utilizarán es para ayudar a identificar a las personas desaparecidas».