Colombia registró 52 masacres en el primer semestre de 2023, un aumento del 11 % en comparación con el mismo período del año pasado, a pesar de las treguas alcanzadas este año entre el gobierno y los grupos armados, según un informe presentado el martes 15 de agosto por la ONU.
“En las masacres confirmadas seguimos observando que un gran número de ellas son perpetradas por grupos armados no estatales y organizaciones criminales”, dijo la representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el hombre, Juliette De Rivero. , durante la presentación en Bogotá de un informe sobre la situación humanitaria en el país. Estas 52 masacres -asesinatos simultáneos de al menos tres personas, según la definición de la ONU- dejaron 168 muertos en el primer semestre, entre ellos 19 menores.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el 31 de diciembre un alto el fuego bilateral con cinco de las principales estructuras armadas del país. Esta tregua había fracasado, rechazada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN – Guévariste) que había reanudado las hostilidades. Desde el 3 de agosto está en vigor un nuevo alto el fuego.
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En el poder desde hace un año, Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, pretende implementar una política de «paz total» dirigida a desarmar a las guerrillas, los grupos armados y las bandas criminales para acabar con la violencia. La oposición afirma que esta política ha permitido que los grupos ilegales se fortalezcan y ataquen a las fuerzas de seguridad.
Cuatro policías fueron asesinados el pasado fin de semana en el suroeste del país en ataques atribuidos al Estado Mayor Central (EMC), el principal grupo de disidentes que rechazó el acuerdo de paz que desarmó a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en 2017. La ONU llamó al gobierno a «articular mejor la política de ‘paz total’, la política de desmantelamiento y la política de seguridad». Sin embargo, resaltó la caída de 19% en el número de asesinatos de defensores de derechos humanos respecto al semestre anterior. Sin embargo, los 46 casos registrados en el primer semestre de 2023 son “intolerables”, subrayó Juliette De Rivero.
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Colombia está en el corazón de un conflicto armado que, desde hace seis décadas, enfrenta a guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y agentes del Estado. El país es el mayor productor mundial de cocaína, fuente de financiación de los grupos armados ilegales.