La Misión de Naciones Unidas en Malí (Minusma) anunció este domingo que había «anticipado» su retirada de un campamento en el norte, objeto de tensiones entre la antigua rebelión tuareg y la junta. “La Minusma anticipó su retirada de Ber por el deterioro de la seguridad en la zona y los altos riesgos que esto supone para nuestros Cascos Azules”, dice en un mensaje en X (antes Twitter), sin precisar la fecha inicial de salida y la fuerza de trabajo. «Invita a los distintos actores interesados ​​a abstenerse de cualquier acto que pueda complicar aún más la operación», añade.

La salida de Ber de las fuerzas de paz burkineses que la ocupaban estaba prevista como parte de la retirada de Minusma a finales de año de este país, con una primera salida el 3 de agosto en Ogossagou (centro).

La Minusma aplica así la decisión tomada a finales de junio por el Consejo de Seguridad de la ONU de poner fin de inmediato a la misión desplegada desde 2013, a petición de la junta que llegó al poder por la fuerza en 2020. La retirada de unos 11.600 militares y 1.500 policías de decenas de nacionalidades, que estuvieron presentes en Malí deberán ser repartidos hasta el 31 de diciembre. “El Minusma se fue de Ber. El campamento está completamente ocupado por las FAMa (el ejército de Malí), sin incidentes”, dijo el domingo a la AFP un alto funcionario de seguridad local. La junta no ha reaccionado públicamente.

La zona de Ber también ha sido escenario de tensiones durante varios días entre el Ejército y el grupo paramilitar ruso Wagner por un lado y la Coordinación de Movimientos de Azawad (CMA, antigua rebelión tuareg) por otro, según esta última organización. La Minusma debe «simplemente irse (de Ber) y no ceder» el campamento a otra entidad, dijo en X, Attaye Ag Mohamed, funcionario de la CMA.

«Las FAMa están dispuestas a toda costa a ocupar los derechos de paso de la Minusma, incluidos los ubicados en las zonas bajo control de la CMA», indicó la exrebelde, que controla amplias zonas del Norte, en nota de prensa enviada el sábado en AFP.

La brecha se ha ampliado con la junta a la que la CMA acusa de cuestionar el acuerdo de paz de Argel de 2015 que firmó con Bamako. La CMA también critica a los militares por haber hecho aprobar en junio una nueva Constitución, comprometiendo, según ella, este acuerdo. En una nueva señal de tensión, dijo el viernes que había «repelido un ataque complejo liderado por Fama y Wagner», en un comunicado de prensa publicado el mismo día sin informe.

Anunció el jueves la salida de Bamako de todos sus representantes por motivos de «seguridad», ampliando aún más la distancia con la junta a la que acusa de cuestionar el acuerdo de Argel.

La junta también anunció el sábado «seis muertos y cuatro heridos» en sus filas tras los enfrentamientos con «terroristas» el viernes en la zona de Ber, en un comunicado en el que también informó del «abandono (de) 24 cuerpos por parte de los asaltantes». Estos enfrentamientos se produjeron tras un “intento de incursión y fuego de hostigamiento de grupos terroristas contra unidades de las FAMa que se instalarán en Ber como parte del proceso de retrocesión de derechos de paso de Minusma”.