Siete personas murieron, entre ellas un bebé y un niño de 12 años, durante un bombardeo ruso el domingo 13 de agosto en la región de Kherson, en el sur de Ucrania, anunciaron las autoridades ucranianas.

El ministro del Interior, Igor Klymenko, inicialmente dio una cifra de muertos de seis: tres adultos y un bebé de 23 días en la localidad de Chyroka Balka y dos adultos en la de Stanislav. Igor Klymenko informó entonces de la muerte en el hospital de un niño de 12 años que había resultado gravemente herido en el bombardeo de Chyroka Balka. “Una familia entera murió en Chyroka Balka”, lamentó. En una de las fotos difundidas por el ministro, podemos ver una columna de humo negro que se eleva sobre una casa.

Kherson es una de las cuatro regiones de Ucrania que el presidente ruso, Vladimir Putin, reclamó para su anexión en septiembre de 2022. Permanece parcialmente bajo control ucraniano pero, sin embargo, es regularmente el objetivo de los bombardeos rusos. Según la fiscalía ucraniana, 500 niños han muerto y casi 1.100 han resultado heridos desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022.

Leer tambiénLa nueva vida de los combatientes de la resistencia de Kherson: la historia del corresponsal especial de Le Figaro

En Rusia, el Ministerio de Defensa informó que derribó el domingo dos drones ucranianos sobre la región de Belgorod y otro sobre la región de Kursk, ambos fronterizos con Ucrania. Este tipo de ataque se ha convertido en algo casi diario.