Cuatro activistas climáticos, que habían provocado el bloqueo del tráfico fluvial en el Rin a la altura de Basilea, en el noroeste de Suiza, han sido arrestados, anunció el viernes 11 de agosto la policía. Se trata de “tres adultos y un joven de entre 17 y 26 años, de nacionalidad alemana y suiza”, precisó la policía.
Cinco activistas climáticos habían descendido en rappel desde el Puente de las Tres Rosas en el corazón de la ciudad de Basilea poco antes de las 6 a.m. Allí colgaron dos estandartes y colgaron en arneses hasta primera hora de la tarde. La policía había optado por dejar que los activistas llevaran a cabo su acción mientras los vigilaban y hablaban con ellos. Sin embargo, había decidido interrumpir el tráfico en el río, una de las principales arterias comerciales de Europa. A las 2 de la tarde, los activistas finalmente se tiraron al agua donde los esperaba la policía. Una docena de barcos fueron bloqueados, según la policía.
«Nuestra principal prioridad es garantizar que nadie resulte herido», dijo a la AFP un portavoz de la policía cantonal de Basilea. Los miembros del Colectivo de Justicia Climática desplegaron dos pancartas que proclamaban «Libertad de movimiento para las personas en lugar de camiones cisterna» y una señal de alto. Publicaron algunas fotos y una vista aérea de su acción tomada por un dron en la red social X. “Mucha (gente) unida en el puente y en los botes. Los escaladores están recibiendo helados en este momento”, informó el Colectivo al final de la mañana.
Las acciones de puñetazos de los activistas climáticos se están multiplicando en Suiza, a menudo para bloquear el tráfico rodado en arterias muy transitadas, a veces pegando las manos al asfalto. Esta semana, dos miembros de Renovate Suiza también interrumpieron el festival de cine de Locarno subiendo al escenario, donde los organizadores les permitieron expresarse y denunciar la falta de voluntarismo en la lucha contra el cambio climático. Estas acciones a veces provocan ira y son denunciadas en particular por el principal partido del país, la UDC (derecha radical), que califica a los activistas -que siempre actúan sin violencia- de «terroristas climáticos».