El fenómeno del rap francés Lomepal, investigado por violación, actuó el domingo 6 de agosto en el escenario del festival Electronic Beaches de Cannes (Alpes-Maritimes) a pesar de ciertos llamamientos para la cancelación de este concierto. Lomepal, Antoine Valentinelli por su nombre real, actuaba por primera vez en público desde que la fiscalía de París confirmó el jueves que se había abierto una investigación por violación por hechos que presuntamente ocurrieron en 2017. El jueves había negado los cargos de violación.
Durante su actuación en Cannes, apenas perturbado por los abucheos de una decena de feministas, el cantante, gorra negra enroscada en la cabeza y camiseta del mismo color, no hizo ninguna alusión a su situación legal. Varios miles de personas, con un público mayoritariamente femenino, vitorearon su llegada y siguieron su actuación, que duró más de una hora, bailando en la playa donde se ubica el escenario de este festival de música electro.
La asociación Family Planning 06 (Alpes-Maritimes) y el colectivo We all, presentes en los pasillos del festival en un espacio “Seguro”, habían intentado cancelar el concierto de Lomepal, sin éxito. “Pedimos su desprogramación porque su presencia contribuye a la cultura de la violación que minimiza la violencia sexual”, explicó Camille Privat, facilitadora de prevención de Planificación Familiar. “Escuchamos la incapacidad del festival para desprogramarlo, pero ante estos problemas de contrato nos gustaría que eso cambiara para que no vuelva a pasar”, agregó la joven.
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Junto a una decena de activistas más, intentaron, al inicio del concierto, hacerse oír abucheando a la cantante. Se habían cubierto brazos y piernas con mensajes acusatorios: «¿Y la presunción de culpabilidad?» o “Mujeres enfadadas, Lomepal en escena”. En una nota de prensa publicada este sábado, los organizadores del festival habían declarado, ante la voluntad del artista y su dirección de mantener su actuación, queriendo «honrar sus compromisos contractuales».
“Me gustan sus canciones, vine por la música y le doy el beneficio de la duda mientras espero la decisión de la corte”, dijo Juliette, de 26 años, prefiriendo permanecer en el anonimato. “Entre el hombre y el artista hago una diferencia increíble, de lo contrario no escucharé a Gainsbourg”, estimó también Marie Leray, de 30 años, educadora especializada. “Debe beneficiarse de la presunción de inocencia, pero si la justicia actúa de que ha habido un problema, habrá que tener cuidado”, dijo Thomas Diop, audioprotesista de 30 años.