El gobierno iraquí anunció el domingo la suspensión de Telegram en todo el país por motivos relacionados con la “seguridad nacional”, una medida denunciada por grupos de propaganda cercanos a las facciones proiraníes que hacen un uso extensivo de esta mensajería.
Al mediodía del domingo, el servicio ya no estaba accesible, los nuevos mensajes no se cargaban, según AFP en Bagdad. Sin embargo, era posible conectarse a Telegram usando una VPN (red privada virtual).
El Ministerio de Telecomunicaciones iraquí justificó esta suspensión invocando “directivas de autoridades superiores relacionadas con la seguridad nacional”. Lo mismo ocurre, según el ministerio, con la «protección de los datos personales de los ciudadanos, (que es) vulnerada por la aplicación».
El gobierno afirma haber pedido reiteradamente a Telegram que aborde el problema de la «fuga de datos de instituciones y personas del Estado, (que) constituye una amenaza para la seguridad nacional y la paz social». Pero la empresa “no respondió”.
Telegram es muy popular en Irak. La aplicación es utilizada en particular como plataforma de propaganda por parte de grupos vinculados a facciones armadas y partidos políticos proiraníes.
Uno de estos grupos protestó, en Telegram, contra la suspensión del servicio, diciendo que se trataba de una “amordazada”. Este grupo, con más de 330.000 suscriptores, también clama por la «confiscación de las libertades» por parte del gobierno iraquí, apoyado él mismo por partidos proiraníes.
Después de cuatro décadas de conflicto, Irak ha recuperado una relativa estabilidad, pero las ONG y los activistas acusan regularmente a las autoridades de violar la libertad de expresión.
El mes pasado, Amnistía Internacional expresó su alarma porque el gobierno iraquí planea presentar dos proyectos de ley al parlamento que, de ser aprobados, «limitarían severamente los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica».
La ONG señaló al mismo tiempo que la presentación de estos textos a los cargos electos “coincide con una serie de juicios dirigidos a personas críticas con figuras del gobierno”.
Telegram ya ha sido bloqueado en otros países. En abril, se suspendieron los mensajes en Brasil por no proporcionar datos sobre grupos neonazis activos en la aplicación. Esta sanción fue anulada en apelación dos días después.