Clima otoñal y aguaceros a principios de agosto: el norte de Francia está experimentando un clima sombrío a mediados de verano. «El mes de julio fue testigo de una serie de precipitaciones en la mitad norte, especialmente durante los últimos diez días», coincide Cyrille Duschesne, meteorólogo de La Chaîne Météo*. En julio, hubo en particular 150 mm de precipitación contra 62 mm de media en Abbeville, 107 mm contra 59 mm en París y 89 mm contra 44 mm en Rennes.
Buenas noticias después de un mes de junio “bastante seco”, prosigue Cyrille Duchesne, que permite “absorber la sequía en la superficie”. «Los suelos comenzaron a humedecerse alrededor del 20 de julio en la mitad norte», coincide Simon Mittelberger, climatólogo de Météo-France. Un bienvenido aporte de agua para la vegetación, “aunque no estemos en los mismos niveles de humedad que en invierno”.
Pero un césped verde no significa que la sequía haya terminado, al menos para la sequía hidrológica. Al 1 de julio, el Negociado de Investigaciones Geológicas y Mineras (BRGM) estimó que el 68% del agua subterránea tenía un nivel por debajo de lo normal y varios departamentos están sujetos a restricciones en el consumo de agua. Las lluvias recientes no cambiarán eso. “Las fuertes lluvias del verano dejan para muchos en escorrentía”, sin tener tiempo de infiltrarse en el suelo, explica el hidrogeólogo Alain Dupuy.
Y en esta época en que las plantas están en pleno desarrollo, “todo lo que le pase a la vegetación se va a aprovechar o evapotranspirar”, prosigue. No le sucede a los acuíferos y no cambia el estado crítico del sistema». Las napas freáticas, insiste Alain Dupuy, “se recargan sólo en invierno”, cuando las plantas están en reposo. El período de recarga finaliza a principios de abril, y las lluvias de los meses siguientes no afectan el nivel freático.
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Aunque no tienen un efecto directo sobre las aguas subterráneas, las lluvias del último verano hacen que no sea posible aprovechar estas reservas, especialmente para el riego, y así ahorrar unos días. Las restricciones de consumo vigentes en determinados departamentos también son “menos penalizadoras”, subraya el BRGM.
Por lo tanto, el beneficio sigue siendo precario porque, una vez que cesa la lluvia, la capa superficial del suelo puede volver a secarse en unos pocos días, hasta algunas semanas, según su naturaleza. Y esta situación no afecta a la mitad sur del país, que experimentó, en particular desde Nueva Aquitania hasta la región de Auvernia-Ródano-Alpes, un mes de julio deficitario en términos de precipitaciones, recuerda Cyrille Duchesne. Con un 55 % menos de precipitaciones respecto a la media de Burdeos, un 60 % menos en Clermont-Ferrand y un 61 % menos en Lyon, “esta zona se queda con suelos muy secos”.
*The Weather Channel es propiedad del grupo Figaro.