Un gran incendio está asolando actualmente el desierto de Mojave y provocó «tornados de fuego» este fin de semana en esta región que se extiende a ambos lados de California y Nevada, donde crecen muchos árboles de Josué, según las autoridades estadounidenses.

El ‘Incendio de York’ estalló el viernes y ahora cubre más de 300 kilómetros cuadrados, aún sin ser contenido, a pesar de los esfuerzos de más de 250 bomberos, según un boletín de la Oficina de Administración de Tierras (BLM), un organismo federal. organismo a cargo del área. “El clima ventoso tiene un gran impacto en el comportamiento del fuego”, señaló la agencia. “En algunos lugares, los bomberos del lado norte del incendio observaron tornados de fuego”.

Estas columnas de llamas arremolinadas, impredecibles, son extremadamente peligrosas para los bomberos. Pueden “esparcir brasas a largas distancias e iniciar nuevos incendios al frente del frente principal”, recuerda el BLM. El incendio se extendió a Nevada el domingo, con llamas que a veces se elevaban hasta seis metros de altura, pero hasta ahora no ha provocado ninguna evacuación.

Este incendio es un desastre para el desierto de Mojave, un área protegida conocida por su biodiversidad en los Estados Unidos. Además de las tortugas, zorros y linces que campan a sus anchas por este territorio, este parque nacional también alberga muchos árboles de Josué, una especie tan emblemática del oeste americano que el grupo de rock U2 la plantó en la portada de su disco. ”. Estos árboles y sus ramas coronadas de espinas ahora están amenazados por el calentamiento global. En junio, el parlamento de California aprobó una ley para protegerlos, en particular mediante la creación de un fondo dedicado a su protección.

En 2020, otro incendio, el «Dome Fire», mató a 1,3 millones de estos árboles en California. Las temperaturas extremas que prevalecen actualmente en el desierto dificultan especialmente la tarea de los bomberos, señaló la BLM. El origen del “York Fire” sigue siendo desconocido por el momento. El fuego se inició en medio de una ola de calor, que actualmente afecta al suroeste de Estados Unidos. En Nevada, Las Vegas atraviesa actualmente uno de los julios más calurosos registrados. En la vecina Arizona, la ciudad de Phoenix acaba de sufrir más de 31 días seguidos en los que el mercurio superó los 43,3°C (110° Fahrenheit).