Una estadounidense obsesionada con su fe en el apocalipsis y el fin del mundo fue sentenciada el lunes 31 de julio a cadena perpetua por el asesinato de dos de sus hijos y por haber ayudado a preparar el de la exmujer de su marido. Un juez de Idaho condenó a Lori Vallow a tres cadenas perpetuas acumulativas, dada la gravedad de sus delitos. La estadounidense fue declarada culpable en mayo de la muerte de su hija Tylee Ryan, de 16 años, y su hijo adoptivo Joshua “JJ” Vallow, de 7.
Su quinto esposo, Chad Daybell, autor de varias novelas apocalípticas autoeditadas, espera juicio por cargos similares, incluido el asesinato de su primera esposa, Tammy. La pareja había acaparado titulares a finales de 2019 en Estados Unidos, tras la desaparición de los hijos de Lori Vallow. Ella y Chad Daybell nunca denunciaron la desaparición de los niños. Sus cuerpos fueron encontrados en junio de 2020 en una propiedad del esposo en Idaho. La investigación también reveló que varias personas vinculadas a la pareja habían muerto en los últimos años. Entre ellos se encuentra la exesposa de Chad Daybell, Tammy, quien murió en octubre de 2019, semanas antes de que la pareja se mudara a Hawái. Su muerte aparentemente natural fue luego declarada un asesinato.
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La madre de familia aseguró ser una diosa encargada de preparar a la humanidad para la segunda venida de Cristo y aseguró que podría comunicarse con los ángeles. Según la acusación, invocó en particular su fe religiosa para justificar sus asesinatos, que fueron objeto de una serie documental producida por Netflix – Nuestra madre asesina. Lori Vallow se crió en la religión mormona, antes de adoptar creencias radicales con el tiempo. En 2018, conoció a Chad Daybell, el líder de un culto mormón que se estaba preparando para el fin de los tiempos, en una conferencia religiosa en Utah.
