Le Fígaro Lyon

El sábado, un residente de Vernaison, un pueblo cercano a Lyon, hizo un macabro descubrimiento: encontró el monumento funerario familiar saqueado. Según Le Progrès, tres cadenas de bronce de aproximadamente un metro fueron robadas con un molinillo. En el lugar, la tumba resultó dañada durante el robo y también se rompió la linterna de su hija, Caroline, quien murió en el ataque de Bataclan el 13 de noviembre de 2015.

Alertado, el alcalde de la ciudad, Julien Vuillemard (LR), rápidamente contactó a la familia para expresar su apoyo. «Estoy indignado. No entiendo cómo podemos atacar lugares de meditación así”, le confía a Figaro.

Por el momento, sin embargo, todo indica que la identidad de los enterrados no tiene nada que ver con el robo, prosigue el concejal: “Dudo que las personas que hicieron esto supieran a qué familia estaban atacando. Pero pase lo que pase, me trae malos recuerdos que datan de los atentados.

Por el costado de la alcaldía, los servicios pidieron a la policía municipal pasar con más frecuencia. “También estamos pensando en asegurar mejor el acceso al cementerio, pero estamos un poco impotentes ante este tipo de daños que, según varios alcaldes de la metrópoli, también se han producido en sus municipios”, concluye Julien. Vuillemard.