Le Figaro Burdeos
Se trata de un gran proyecto para el departamento de Gironda y para el suministro de agua potable a sus habitantes. El proyecto de un campo de captación en los páramos del Médoc, liderado por Bordeaux Métropole, podría abastecer de agua potable a dos de cada tres girondinos en los próximos años, mediante la creación de 14 pozos en los municipios de Saumos y Temple. Se opone ferozmente a los silvicultores, reunidos en una asociación, que temen consecuencias perjudiciales en sus operaciones madereras.
Si este proyecto tiene éxito, aproximadamente diez millones de metros cúbicos de agua se extraerán cada año del acuífero del Oligoceno, antes de ser tratados y enviados a la red metropolitana, para abastecer de agua potable a cerca de un millón de personas en Gironda. Se han realizado estudios para estudiar la factibilidad de este proyecto, pero los silvicultores los cuestionan. «No tenemos ninguna garantía en relación con este proyecto», lamenta Michel Robert, presidente de la asociación para el mantenimiento de la actividad forestal en el Médoc (AMAF).
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Este ingeniero explica que descubrió “fallas en el informe del BRGM (Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras)”. Por ello, su asociación solicitó un estudio a un geólogo independiente, que demostró que el riesgo de desnivel podría alcanzar un metro o incluso un metro cincuenta en la zona en cuestión. “Con tal caída, todo el bosque estallará, matando la biodiversidad y los humedales cercanos”, teme Michel Robert.
Si bien la prefectura de Gironda acaba de tomar un decreto que autoriza a los agentes que actúan en nombre de la metrópoli a ingresar a propiedades privadas para realizar «las operaciones necesarias para los estudios reglamentarios», el presidente de la AMAF explica que todavía está esperando un segundo dictamen de Bordeaux Métropole, para conocer el impacto de este proyecto en los bosques. “Lo que culpamos a la metrópoli es seguir avanzando sin haber hecho esta contrapericia, porque si se abren los grifos y revienta el bosque, será tarde para cerrar el grifo”.
“No somos ZADistas”, quiere recordar este enojado silvicultor, “sino científicos y profesionales forestales”. La metrópolis defiende la necesidad de este proyecto, sobre el que ya se han producido numerosas reuniones y consultas con los habitantes del Médoc. La comunidad recuerda que el acuífero del Eoceno, que proporciona gran parte de las necesidades de agua potable de los girondinos, está sobreexplotado. “El riesgo es que a largo plazo el recurso sea insuficiente para satisfacer nuestras necesidades y que su calidad se deteriore”. Sin esta nueva zona de captación, con episodios de sequía que se agravarán cada vez más por el cambio climático, el Girondins podría entonces quedarse sin agua.