un Wimbledon,

Es una derrota difícil de digerir para el número 1 francés. Después de una gran pelea, Caroline García, demasiado inconstante, se estrelló contra la pared checa. La lionesa atacaba constantemente a la cuartofinalista de la última edición, que defendía a la perfección. Tras perderse por completo el partido decisivo, la lionesa supo reaccionar en el segundo acto. Sólida en el servicio, más regular en la devolución, superó a su rival (6-4).

Programado inicialmente en la cancha n°2, este partido fue trasladado a la cancha n°18. Y debido a la falta de luz, los dos jugadores, entonces en un conjunto por todas partes y fueron invitados a terminar el partido en la cancha n°1, con techo cerrado.

Todo comenzó bastante bien para García, quien quebró a su oponente en el quinto juego, pero fue atrapado de inmediato. La 5ª del mundo salvó dos puntos de quiebre con garbo en el octavo juego, pero le faltó lucidez cuando a su vez consiguió dos puntos de quiebre en el 4-4. El número uno francés salvó un punto de partido en el 5-4, antes de rajarse en el juego 12. El cambio de cancha finalmente sonrió al checo, ya caído de García la temporada pasada en los octavos de final en Church Road.

Lyonnaise, de 29 años, fue la última superviviente del campo francés, de las veinte que quedaron en la primera ronda de los cuadros masculino (16) y femenino (4), para poder clasificarse a los octavos de final. La aventura ya ha terminado… Frustrante, muy frustrante.