La prefectura de Haute-Garonne ha puesto fin al alojamiento en hoteles de 33 mujeres víctimas de violencia doméstica, confirmó este jueves a la AFP, una medida denunciada por asociaciones que temen que «acaben en la calle».

«Desde hace tres semanas, 33 mujeres -algunas acompañadas de niños- han sido informadas por los servicios estatales del final de su alojamiento en un hotel, sin que se les ofrezca ninguna solución alternativa», aseguró la Federación de Actores de Solidaridad (FAS) de Occitania y la Federación Nacional de Mujeres Solidarias (FNSF) en un comunicado de prensa publicado este martes.

“En un plazo de ocho días, deben abandonar el hotel que ocuparon durante varios meses”, explica a la AFP Anne-Claire Hochedel, delegada regional de la FAS. Las asociaciones temen que estas mujeres se vean obligadas a volver a vivir con un cónyuge violento, o que sean sometidas a otras violencias, “en particular violencia sexual para obtener la posibilidad de ser alojadas”, subraya Françoise Brié, directora general de la FNSF.

La FNSF ha iniciado una investigación dentro de su red de asociaciones para averiguar si se han observado propósitos de acogida en otros lugares de Francia. La Sra. Brié precisa que ha recibido otras dos «alertas» en Essonne y Vendée, sin saber a cuántas mujeres se refiere. Está prevista una manifestación para el mediodía en Toulouse para exigir la suspensión de estas medidas.

Por su parte, la prefectura justifica el fin de los apoyos por su duración «superior a un año», ante un sistema de acogida «saturado». “La voluntad del prefecto es preservar la incondicionalidad de la acogida, pero ésta debe ser objeto de apoyo social, posibilitando reevaluar las situaciones y encontrar una salida a la vivienda de emergencia”, argumenta.

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Según el delegado regional de la FAS, estas decisiones son parte de una política general de limitar el número de noches de hotel para las personas sin hogar, que son costosas para el Estado. “Estos propósitos de atención comenzaron para hombres solteros, para mujeres solteras que no necesariamente eran víctimas de violencia, desde aproximadamente el mes de mayo”, sostiene.

En el presupuesto de 2023, el Gobierno había previsto inicialmente recortar 14.000 plazas de alojamiento de emergencia, pero desistió tras las protestas de alcaldes y asociaciones. Al mismo tiempo, el Estado está creando plazas para mujeres víctimas de violencia, con el objetivo de llegar a 11.000 en el año. La FNSF estima que se necesitan 15.000.