El proceso de las primarias opositoras para la elección presidencial de 2024 en Venezuela acaba de vivir un nuevo giro importante: María Corina Machado, la candidata favorita en las encuestas al reunir más del 50% de las intenciones de voto supo que estaba «incapacitada (prohibición) ejercer alguna función pública) por la Contraloría General de la República. Normalmente se llevarán a cabo el 22 de octubre. Fue José Brito quien lo anunció, uno de esos ex opositores al régimen que decidió acercarse al poder chavista, calificado de “escorpión” por ello por la oposición por considerarlos traidores. “Las inhabilitaciones gubernamentales son cero. Es basura, reaccionó María Corina Machado. Lo sabíamos. Se equivocan si creen que esta farsa de descalificación desestabilizará la participación en las primarias. ¡Que se preparen ahora para vernos con una fuerza aún mayor!”

De los 14 candidatos que se postulan para esta primaria, tres ahora están descalificados. Henri Capriles, candidato contra Maduro en 2013, fue inhabilitado en 2017. Y Freddy Superlano fue inhabilitado tras su victoria en las elecciones regionales de 2021 contra el candidato chavista en la región de origen de Hugo Chávez, Barinas. Se convocó a una nueva elección y volvió a ganar el candidato de la oposición. Este resultado había dado esperanzas a la oposición, que creía que a partir de ahora podía imponerse al partido en el poder a través de las urnas -a pesar de las condiciones desiguales para la organización de las urnas que favorecen a los candidatos chavistas-, tanto el descontento popular contra el gobierno es genial. La situación económica y social está muy degradada desde hace varios años: falta de combustible, cortes de luz, inflación galopante que hace inaccesibles la mayoría de los productos, universidad y sistema de salud en agonía. Fue la primera elección no boicoteada por toda la oposición desde 2018.

“La inhabilitación de María Corina por parte de la contraloría general es un acto inconstitucional, infundado y odioso, denunció Henrique Capriles. Rechazamos categóricamente esta nueva demostración del comportamiento antidemocrático de Maduro y su régimen”. Incluso el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha iniciado un acercamiento con el gobierno de Maduro, manifestó su oposición a esta decisión: “Ninguna autoridad administrativa debe quitarle derechos políticos a ningún ciudadano”.

Una primera inhabilitación de María Corina Machado se había pronunciado el 13 de julio de 2015 tras acusaciones de no declaración de bienes. Por ello, la semana pasada supimos por José Brito que se había dictado una segunda inhabilitación por parte del controlador, pero esta vez por 15 años. Curiosamente, nadie sabía de esta segunda descalificación. Se le acusa de haber participado en la “red de corrupción de Juan Guaidó”. Este último había sido designado presidente interino por la Asamblea Nacional entonces dominada por la oposición en enero de 2019. María Corina nunca participó en el gobierno interino de Juan Guaidó. Incluso fue muy crítica con este último.

A menudo se hace referencia al oponente como la dama de hierro de la oposición en el país. “María Corina Machado tiene un discurso muy agresivo contra el gobierno al que denuncia como corrupto, inepto y mafioso, pero también contra la oposición, precisa el politólogo Hugo Prieto. Ha estado recorriendo el país últimamente como nadie lo ha hecho en mucho tiempo. Esto atrajo a los venezolanos”. María Corina Machado siempre ha abogado por un aumento de las sanciones decididas por Washington contra el régimen de Maduro. Incluso llamó en varias ocasiones a una intervención armada de Estados Unidos para derrocar al gobierno chavista. Su radicalismo la colocó al margen de la oposición durante mucho tiempo. Pero esta vez, las encuestas la dan como favorita para las primarias del 22 de octubre. Con más del 50% de las intenciones de voto, está por delante del moderado Henrique Capriles. Esta inhabilitación muestra un nuevo endurecimiento del régimen chavista frente a la oposición que parece alejar aún más la posibilidad de realizar elecciones presidenciales en 2024.

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Otra señal negativa que va en esa dirección: Maduro decidió a mediados de junio destituir a todos los miembros del Tribunal Superior Electoral cuando, por primera vez en veinte años, incluía titulares de la oposición y parecía relativamente equilibrado. “Corremos el riesgo de enfrentarnos a una situación como la de 2018 con una elección presidencial sin un oponente real contra Maduro, teme Hugo Prieto. Esta vez, es probable que los gobiernos de Lula en Brasil y Petro en Colombia acepten el resultado. Y Biden puede buscar un acuerdo político con el gobierno de Maduro». Recientemente, tuvo lugar en Qatar una reunión entre un peso pesado del chavismo, José Rodríguez, y el asesor de la Casa Blanca para América Latina, Juan González.