Unas sandalias rebajadas al 20%, un bikini rebajado al 70%… La tradicional cita del verano arranca este miércoles 28 de junio a las 10 h, en tiendas e Internet. Las rebajas de verano se extenderán hasta el 25 de julio inclusive en gran parte del territorio. En Francia continental, solo Córcega es una excepción, este período comienza el 12 de julio hasta el 8 de agosto.

Azotados por la inflación, ¿darán los franceses rienda suelta a sus deseos de compra? Según una encuesta realizada por Ifop para Spartoo, nada es menos seguro, y se confirma el desinterés de los consumidores por este periodo de buenos negocios. Por lo tanto, los compradores serán menos propensos de lo habitual a correr a la tienda: el 27% de los encuestados dice que está renunciando a las rebajas de verano, una proporción de 10 puntos más que en 2021. Del mismo modo, casi el 30% de ellos sacará su tarjeta de crédito. con menos facilidad, decididos a gastar menos que en años anteriores. En particular, la mayoría de las personas menores de 35 años evitarán los descuentos o reducirán sus compras. Por el contrario, solo una pequeña minoría de clientes, el 3% de los franceses, tiene la intención de dedicar un mayor presupuesto a las ventas.

Como era de esperar, la cesta media prevista por los clientes se ha reducido, situándose en 124 euros frente a los 171 euros de 2021. Aún más inclinados a renunciar a las ventas, los consumidores jóvenes deberían gastar un poco más que sus mayores, es decir, 147 euros de media.

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Signo de la evolución de los patrones de consumo en el trabajo desde hace varios años, es en Internet, no en las tiendas, donde los encuestados esperan beneficiarse de los mejores descuentos. Algo menos de la mitad de ellos darán sus preferencias al comercio electrónico, una cifra que ha ido en constante aumento desde la crisis sanitaria. Sobre todo porque los consumidores se han acostumbrado, gracias a los Black Friday y otras ventas privadas, a divertirse online.

La proliferación de estas promociones efímeras explica en parte la desacralización de los periodos de rebajas tradicionales. Más quizás que la inflación, ya que las rebajas también son una oportunidad para equiparte a bajo precio. El 41% de los encuestados afirma que la subida de precios no tendrá impacto en sus compras, aunque la situación económica podría llevarlos a privilegiar las compras útiles frente al gasto “de placer”. “La inflación es tanto un riesgo como una oportunidad para los comerciantes”, resumía Yohann Petiot, director general de Alliance du Commerce (Zara, Kiabi, Printemps) al inicio de las rebajas de invierno el pasado mes de enero.

Este encuentro previo, aprehendido por el sector comercial, resultó ser mejor de lo esperado para un cierto número de marcas. Queda por ver si esta tendencia se repetirá esta vez.