Tras una preaprobación el pasado otoño, la start-up californiana Upside Foods y su compatriota Good Meat, especialistas en carne cultivada en laboratorio, obtuvieron el miércoles el visto bueno final de las autoridades sanitarias estadounidenses para comercializar sus productos. Concretamente carne de pollo reproducida artificialmente en biorreactores.

No es la primera vez que esta tecnología llega a los platos, ya que la empresa matriz de Good Meat, Eat Just, ya recibió una luz verde similar en Singapur a fines de 2020. Pero esta vez es el mercado más grande que se está abriendo para estos nuevos aventureros de la carne, que tienen la intención de encontrar un lugar en un mercado mundial de productos cárnicos que se duplicará para 2050.

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A pesar de un modelo económico que está lejos de ser probado, y un impacto ambiental observado, muchas empresas emergentes han asumido el desafío durante diez años de reproducir carne, pollo o camarones utilizando células madre. Así que «fuera» de un animal. Según un informe del Senado de abril, había 110 en el mundo en 2022, incluidos quince en Europa.

En Francia, dos de ellos, Gourmey (foie gras sintético) y Vital Meat (pollo de granja), están refinando su tecnología. Pero la reciente decisión regulatoria refuerza el riesgo de un retraso europeo en el tema. «Esto no significa que nuestras tecnologías estén menos maduras, sino que Europa tarda en tomar el control de este método de producción», lamenta Nicolas Morin-Forest, CEO y fundador de Gourmey.

La start-up ha iniciado las primeras conversaciones con las autoridades estadounidenses y singapurenses para «asegurar oportunidades de negocio». Europa vendrá después”.