Le Figaro Niza

Las querellas políticas en Niza no existen sólo entre los hermanos enemigos de la Costa Azul, Christian Estrosi y Éric Ciotti. He aquí que dentro de la mayoría, un episodio viene a traducir un malestar de nuevo tipo en las filas, sin embargo, consideradas muy apretadas de los “Estrosistes”. El jueves, el concejal Henry Jean-Servat, encargado de Protección Animal y Cine, fue destituido de su cargo. El ex periodista y escritor no se habría puesto firme como lo escucharía el primer magistrado en un equipo muy unido. En particular, paga los comentarios críticos sobre la política de la ciudad realizados el viernes pasado en el programa Nice-Matin y Radio Emoción y que dieron lugar a una polémica micronovela, alimentada en las redes sociales.

Más conocido por su nombre y su compromiso con los animales que por sus comentarios y salidas políticas, Henry Jean-Servat, sin embargo, lo ha intentado. Sobre la ópera de Niza denunció «una tendencia al despertar» con la que no está de acuerdo. ¿La demolición del Teatro Nacional de Niza como parte de la ampliación del corredor verde? “Creo que no es bueno, es una pena, se soltó. Seré leal a Estrosi hasta el final, incluso si hay cosas que me emocionan. ¿Las esculturas de Richard Orlinski, expuestas por toda la ciudad? “Horrible sastrería industrial”, denunció. Sobre su tema del cine, también juzga «que mucha gente no sabe nada de él» y se siente tomado «por un animador».

Pero en el Ayuntamiento, tales comentarios no pasan. Las cuentas se liquidan en asamblea mayoritaria, no en los medios de comunicación. Los funcionarios electos han expresado así su descontento con esta salida. Y mientras Christian Estrosi quería convocar al alborotador a principios de esta semana, los políticos de la oposición aprovecharon la oportunidad para denunciar una supuesta autocracia. El apoyo de todos los lados llegó para «HJS». Hasta allí llegó Eric Ciotti con un provocativo tuit: “Claramente, la libertad de expresión no tiene cabida cuando se disputa el hecho del príncipe”.

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Una primera decisión cayó el miércoles por la noche como castigo y Henry Jean-Servat, después de una disculpa, vio por primera vez retirada a su subdelegación en el cine. Pero al día siguiente, un tuit del concejal reavivó la polémica. Dijo que le sorprendió la noticia, supo durante una cena con amigos.

Menos de una hora después de este mensaje, el ayuntamiento de Niza comunicaba a la prensa que este último había sido apartado de todas sus funciones. “A las declaraciones inaceptables se le suman ahora mensajes inapropiados en las redes sociales”, detalló el Ayuntamiento subrayando que esto “actúa como un abuso de confianza”. Para Christian Estrosi y sus equipos, «habiendo roto el pacto mayoritario por parte de este último, se le pidió que pagara las consecuencias renunciando al consejo municipal».

“Estoy despedido como un lacayo como uno no haría ni con su criada”, reaccionó el ex concejal municipal de Nice-Matin, quien dijo estar “estupefacto”. “Estoy devastado de ver en manos de quién está la gente de Niza, continúa en las columnas del diario regional. Me imaginaba funcionarios electos corteses y cultos. ¡Ni siquiera podemos discutir! Pago una negación del pensamiento. En su cuenta de Twitter, de nuevo, continúa: «Estoy despedido por insolencia, falta de respeto y franqueza. Aún debe hacerse en 2023. ¿En Niza, metrópolis de Corea del Norte?». También ha recibido el apoyo de Éric Ciotti, Philippe Vardon, elegido ¡Reconquête!, así como del ecologista Jean-Christophe Picard.

Detrás de escena del lado del Ayuntamiento, estamos satisfechos con esta decisión cuando algunos incluso la ven como la gota que colmó el vaso. “Me parece completamente normal, es una pena, porque en el fondo Christian lo quería mucho”, desliza un allegado al alcalde. Quien agrega: “su estreno en el teatro es una falla mayor, porque es el proyecto simbólico del mandato. La pastilla ya no estaba y la está volviendo a poner sobre la mesa, ¡gracias por el regalo!». Queda por ver si Henry Jean-Servat decide dejar definitivamente el hemiciclo de Niza y su oficina en el quinto piso. La socialité no se muestra menos pensativa en su red social: «¿Pero qué diablos vine a hacer en esta galera niçoise?».