Se observaron caracoles gigantes africanos en el condado de Broward (Florida) el 2 de junio. Ante la proliferación de la especie, el Ministerio de Agricultura y Servicios al Consumidor decidió definir una zona de cuarentena.

Desde el martes pasado, está prohibido sacar de la zona de cuarentena un caracol gigante africano, plantas, compost y desechos de jardín sin el acuerdo de las autoridades de Florida. Para erradicar al invasor invertebrado, el estado planea rociar una solución a base de metaldehído en dos áreas de «tratamiento».

Este gasterópodo gigante, llamado Lissachatina fulica, tiene la particularidad de ser extremadamente voraz. Desde su altura de 15 centímetros, puede devorar al menos 500 tipos de plantas. «Estos caracoles podrían ser devastadores para la agricultura y las áreas naturales de Florida, ya que causan un daño significativo en los ambientes tropicales y subtropicales», dijo el Departamento de Agricultura de Florida en un comunicado de prensa. Cuando el gigante africano ya no puede encontrar comida, puede atacar la pintura de las casas, los materiales plásticos e incluso las señales de tránsito. Además de este apetito gigantesco, el molusco lleva una concha imponente y particularmente sólida en su espalda. Compuesto principalmente de calcio, puede pinchar las llantas de los autos que lo aplastan.

Los caracoles terrestres africanos gigantes también pueden dañar gravemente la salud humana. La especie porta el gusano pulmonar de rata, un parásito que puede causar meningitis. Para evitar el riesgo de transmisión, los habitantes de la zona de cuarentena tienen prohibido tocar los caracoles con las manos descubiertas. En 2011, esta especie fue vista en otro condado de Florida. El estado había tratado el suelo durante 10 años para erradicarlo.