Es un buen movimiento hecho por el servicio público. De visita en Francia para la cumbre VivaTech, Elon Musk concedió una entrevista el lunes por la noche a las 20:00 horas en France 2, su única aparición en los medios, grabada el viernes. Además de su intervención en el escenario del Dôme de Paris, el mandamás de Tesla, Twitter y Starlink había aprovechado hasta el momento su visita a la capital para encontrarse con dos personas de gran importancia. El presidente y director ejecutivo de LVMH, Bernard Arnault, y el presidente de la República, Emmanuel Macron, que quiere convencer al multimillonario para que instale una fábrica de baterías de Tesla en Francia. Y no en España, que también está en la carrera.

“Es probable, y muy probable, que Tesla haga algo muy importante en Francia en los próximos años”, dijo Elon Musk con sencillez. Como una forma de patear un tema candente pero también sensible. Y tejer alabanzas al Jefe de Estado. “Hay que tener cuidado, pero el presidente Macron se preocupa por el futuro de Francia. Es un hombre inteligente, sabe lo que es importante. En cualquier caso, él hace todo lo que puede por este país y yo mismo soy fanático del presidente. Sé que no le cae bien a todo el mundo, pero a mí me cae bien”, dijo entusiasmada, entre risas, la empresaria estadounidense.

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Si bien Emmanuel Macron ha puesto todas sus fuerzas en la batalla, habiendo recibido al multimillonario dos veces en los últimos meses, Elon Musk recordó que Francia es la segunda economía más grande de Europa. Mientras que primero reconoce que “hay mucho talento en Francia”. Y luego que “mucha gente quiere venir a Francia, gente de todo el mundo”. En broma, el jefe de las multinacionales también ha considerado que la belleza y el encanto de París y Francia también podrían contar en su elección.

A menudo recibido como un verdadero jefe de estado, Elon Musk también fue cuestionado sobre la hipótesis a menudo recurrente de una posible candidatura para las elecciones presidenciales estadounidenses: recalcó que «no quería». “A veces imaginamos que el presidente de los Estados Unidos está en una posición extremadamente poderosa (…) En cierto modo sí, por supuesto, pero la Constitución estadounidense es tal que la posición del presidente está en una posición muy limitada”, descifró el multimillonario.

Si admite que no puede “declarar la guerra”, el empresario afirma con ironía “garantizar” que “no estalle una guerra en las redes sociales”. Y para agregar: “Si yo fuera presidente, no podría, por ejemplo, enviar cohetes a la Luna o a Marte para enviar personas a vivir allí, no podría crear vehículos eléctricos sostenibles”.