La selección nacional de fútbol de Nueva Zelanda se retiró de un amistoso contra Qatar en Viena el lunes, acusando a un jugador qatarí de lanzar un insulto racial a uno de sus jugadores. “Michael Boxall fue víctima de un insulto racista en el primer tiempo por parte de un jugador qatarí”, tuiteó la Federación Neozelandesa para justificar que sus jugadores no volvieran al césped tras el descanso. “El árbitro no reaccionó, por lo que el equipo optó por no volver a jugar el segundo tiempo del partido”, agregó el tuit.
El seleccionador portugués de Qatar, Carlos Queiroz, habló por su parte en inglés al micrófono del canal qatarí Al-Kass. “Para nuestra sorpresa, el capitán de Nueva Zelanda vino a decirnos que su equipo no reanudaría el juego”, dijo. “Aparentemente, dos jugadores intercambiaron palabras en el campo. ¿Quién empezó, quién respondió? Solo ellos saben (…) No hay testigo, el árbitro no escuchó nada, los banquillos tampoco. Es solo una discusión entre dos jugadores”, continuó. «Ahora que las autoridades del fútbol tomen una decisión (…) Pero sin testigos, no sé cómo la FIFA va a poder tomar una decisión», agregó Queiroz.
Nueva Zelanda ganaba 1-0 al descanso. Ese mismo lunes también se interrumpió definitivamente un partido amistoso entre la Sub-21 de Irlanda y la Sub-22 de Kuwait, también en Austria, después de que los irlandeses denunciaran insultos racistas contra uno de sus suplentes. La Federación Irlandesa ha anunciado que se apoderará de la Fifa. Los irlandeses ganaban 3-0 en el momento de la interrupción, en la segunda mitad.