El nuevo gobierno de Finlandia, que incluye a la extrema derecha, dio a conocer su hoja de ruta gubernamental el viernes 16 de junio, prometiendo una inmigración más dura.

«Estoy encantada de que con nuestros socios (…) hayamos llegado a un acuerdo en torno a (…) un cambio de paradigma en la política migratoria», declaró a la prensa Riikka Purra, líder del Partido de los Finlandeses, clasificado el la extrema derecha. El Partido de los finlandeses (antes «Verdaderos finlandeses») obtuvo siete puestos ministeriales, incluido el del Interior, que supervisa los asuntos de inmigración.

Se endurecerán las condiciones para obtener un permiso de residencia permanente o ciudadanía, los permisos de residencia otorgados bajo protección internacional serán temporales y su duración será igual a la mínima vigente dentro de la Unión Europea, enumeró Riikka Purra. “En el futuro se podrá revocar la protección internacional si (la persona en cuestión) se va de vacaciones a su país de origen”, precisó además, subrayando que también se dificultará la reunificación familiar.

El primer ministro designado, Petteri Orpo, líder del partido conservador que ganó las elecciones legislativas de abril, formó una coalición de gobierno con el Partido Finlandés, el partido de extrema derecha que quedó en segundo lugar, así como con otros dos pequeños partidos de derecha. Las conversaciones de la coalición, que comenzaron el 2 de mayo y suelen durar de media un mes, han sido más largas debido a las diferencias sobre todo en política climática e inmigración, pero también en ayuda al desarrollo. La derecha ya gobernó con el Party of Finns (ex-True Finns) entre 2015 y 2017, fecha de una escisión dentro de la formación euroescéptica que se había traducido en una línea más dura.