En Italia, es tiempo de meditación el lunes, tras la desaparición de Silvio Berlusconi, el gigante de derecha que ha moldeado considerablemente la política italiana en los últimos treinta años. A los italianos les gusta llamarlo “il Cavaliere”, o “el Caballero”. Una referencia al «Caballero de la Orden del Mérito Laboral» («Cavaliere del lavoro»), título honorífico que obtuvo a los 41 años en 1977. Todos los medios italianos entraron en edición especial.

A la derecha, el diario Corriere della Sera describe a un hombre con una «vida extraordinaria», que nunca quiso darse por vencido y dimitir, como lo demuestra su trayectoria. El 8 de noviembre de 2011, el entonces presidente, Giogio Napolitano, anunció su salida del palacio Chigi, mientras Italia se hundía bajo el peso de su deuda pública y amenazaba con embarcar a Europa en el hundimiento. Pero desde entonces ha conservado un peso político considerable, incluso dentro de la actual coalición de derecha en el poder. «Berlusconi tomó tanto este poder en su vida que el verdadero momento mágico es cuando lo perdió», dijo el medio. Se le describe como un «fenómeno» marcado por su «voluntad de poder» y una «necesidad histórica» ​​que tenía «ambiciones liberales y rasgos populistas». “Cambió la política e Italia”, titula el periódico en la inauguración de su sitio web.

“Con Silvio Berlusconi muere la Segunda República, de la que fue indiscutiblemente el símbolo, como lo había sido Andreotti para la Primera”, avanza La Stampa, diario también etiquetado como de centroderecha. De hecho, algunos historiadores dividen la historia política de la República Italiana en dos partes: la primera desde 1948 hasta 1994, la segunda desde 1994 hasta hoy, dado el cambio en el espectro político. En 1994, Berlusconi creó el partido Forza Italia y ganó las elecciones legislativas «con el claro objetivo de liquidar el partido-cracia de la Primera (República)», explica el diario.

A la izquierda, la muerte del ex político es vista como «el final de una era» y un «pedazo de historia italiana», como escribe el diario La Republicca. “Hoy es difícil imaginar una Italia sin Silvio Berlusconi”, destaca el diario, que también apunta a su lado “excesivo”. “No hubo un día en que no se mencionara su nombre en la televisión, en los periódicos, en el Parlamento, en los bares, en los estadios; “Berlusca” dividió a la opinión pública como una manzana”. «El hombre más rico del país» con una fortuna «felizmente exhibida» no nació con una cuchara de plata en la boca, señala el medio. Sin embargo, el diario señala que es este “caballero político” quien pudo propagar el “virus del populismo”.

El diario particularmente leído en Roma, Il Messaggero, también marcado a la izquierda, presenta a “Il Cavaliere” como un hombre que “cambió la política, la televisión y el fútbol”. De hecho, Silvio Berlusconi fue presidente del club AC Milan entre 1986 y 2017.

El semanario L’Espresso destaca finalmente que el club AC Milan fue «la piedra angular de los triunfos políticos y empresariales del presidente», con quien «transformó una ruinosa pasión económica en el motor de su mito».