El Senado votó el jueves, en el marco del proyecto de ley de justicia del ministro de Justicia Éric Dupond-Moretti, un controvertido experimento de «tribunales de asuntos económicos» (TAE), con poderes ampliados en comparación con los tribunales comerciales. El experimento está previsto en nueve a doce jurisdicciones voluntarias, por un período de cuatro años. El ámbito de competencia del TAE se extendería en particular a los agricultores y profesiones liberales.

El texto también prevé una aportación económica, no menos controvertida, en caso de remisión al TAE. El tribunal comercial, la jurisdicción más antigua de Francia, es competente para juzgar disputas entre comerciantes y artesanos, pero también para quiebras comerciales. Está integrado por jueces no profesionales, llamados «jueces consulares», elegidos entre comerciantes y artesanos.

La experimentación del TAE es “una necesidad claramente identificada por el Senado pero también por el informe de los Estados Generales de Justicia”, declaró el Guardián de los Sellos. Los senadores, en su mayoría de derecha, han extendido sus competencias a los litigios de abogados y notarios, que el Gobierno quiere excluir, y su ámbito de actuación a todos los arrendamientos comerciales. Se opusieron a la entrada de magistrados profesionales en su composición.

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La izquierda intentó sin éxito suprimir esta experimentación. La socialista Marie-Pierre de la Gontrie, en particular, se hizo eco de la «gran preocupación» de los agricultores «que consideran que la organización actual es satisfactoria». Los agricultores ahora están sujetos a los tribunales. “No todos los agricultores están en contra de esta reforma”, replicó Éric Dupond-Moretti, para quien la idea “es protegerlos mejor”.

El relator centrista Dominique Vérien destacó que los agricultores serían incluidos entre los jueces consulares. También se debatió la introducción de una contribución financiera. «Deroga el principio de justicia gratuita», dijo Serge Babary (LR), criticando «un nuevo impuesto que no dice su nombre y limita el acceso a la justicia para las empresas». “Una vez que no es costumbre, en esta parte del hemiciclo defenderemos las empresas”, apoyó desde la izquierda el comunista Pierre Ouzoulias.

Para la ministra, “se trata de reforzar el atractivo de la justicia francesa”. Aseguró además que el aporte “solo lo pagarán las grandes empresas y para los litigios más importantes”. El Senado continuará por la tarde el examen en primera lectura del proyecto de ley de orientación y programación del Ministerio de Justicia y continuará con la discusión del proyecto de ley orgánica de reforma del estatuto de los magistrados. Los senadores decidirán sobre estos dos textos en votaciones solemnes el próximo martes.