El papa Francisco pidió este viernes 5 de mayo que se ayude más a las víctimas de agresiones sexuales por parte de clérigos en los países en vías de desarrollo, mientras recibe a miembros de su muy criticada comisión para la protección de menores.
El pontífice, de 86 años, creó esta Comisión Pontificia en 2014, en respuesta al escándalo de los sacerdotes pederastas que desacreditó a la Iglesia católica. El viernes, Francisco volvió a criticar la “mala gestión” por parte de los líderes de la Iglesia católica de lo que llama el “flagelo terrible” de estos ataques.
“No se desanime cuando parezca que poco está cambiando para mejor. Perseverad y avanzad’, dijo a los recién nombrados miembros de la Comisión. “Está utilizando sus habilidades y experiencia para ayudar a solucionar un flagelo terrible en la Iglesia al trabajar para ayudar a las diversas iglesias particulares” en todo el mundo, dijo.
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Citó en particular las desigualdades en África, Asia y América del Sur, donde las víctimas no reciben la misma ayuda que en los países del hemisferio norte y donde los programas de formación para el clero son insuficientes. “No es normal que las regiones más prósperas del mundo cuenten con programas de prevención bien estructurados y bien financiados, donde se respeta a las víctimas y sus familias mientras en otras partes del mundo las víctimas sufren en silencio, tal vez rechazadas o estigmatizadas cuando intentan salir a contar las historias de los ataques que han sufrido”, subrayó.
La Comisión Pontificia se ha visto afectada por una serie de problemas desde su creación, con dos víctimas que renunciaron a la organización en 2017, mientras que en marzo su miembro más influyente, Hans Zollner, también renunció. Hans Zollner, el último miembro fundador aún en funciones, acusó a la comisión de problemas estructurales y falta de transparencia.
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Francisco trató de fortalecer la comisión integrándola en el departamento del Vaticano responsable de tratar los casos de agresión sexual cometidos por el clero. La Comisión también llegó a un nuevo acuerdo en abril con el Dicasterio Vaticano (Ministerio) para la Evangelización. El titular del Dicasterio para la Evangelización, cardenal Luis Antonio Tagle, admitió en su momento que comunicar las leyes y directrices impuestas por el Vaticano a las iglesias de otras regiones era un desafío.
