La agencia de calificación Fitch rebajó la calificación de Francia en un escalón a «AA-» el viernes, citando tensiones sociales recientes que pesarán sobre la capacidad para reducir el déficit y la deuda, así como perspectivas de crecimiento más bajas de lo previsto. “El estancamiento político y el malestar social (a veces violento) representan un riesgo para la agenda de reformas de Macron y podrían crear presión para una política fiscal más expansiva o una reversión de reformas anteriores”, escribe la agencia calificadora en un comunicado de prensa.

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El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, lamentó este viernes la «evaluación pesimista» de Fitch, al considerar que la agencia de calificación «subestima las consecuencias de las reformas» en particular las de las pensiones. Recuerda en una nota de prensa «la total determinación» del Gobierno «de restablecer las cuentas públicas en los próximos cuatro años» para reducir el déficit y la deuda.