Es una escena inusual por decir lo menos. En un video publicado en Twitter el jueves (20 de abril) por el ministro de Transporte de Canadá, Omar Alghabra, y visto más de siete millones de veces, varios políticos canadienses rodean una mesa con zapatos de salón rosas. “La violencia contra las mujeres sigue estando muy extendida en nuestra sociedad. Hope in Heels es un evento que crea conciencia sobre la violencia contra la mujer y anima a los hombres y niños a ser parte de la solución. Usamos los icónicos tacones rosas [de Hope in Heels, ndlr] para apoyar esta importante causa”, justificó Omar Alghabra.

Estos parlamentarios canadienses estaban participando en el evento “Esperanza en tacones altos”. Esta es una campaña liderada por Halton Women’s Place, un albergue para mujeres ubicado en Halton (Ontario, Canadá). Según la Ministra de la Familia, Karina Gould, ‘Hope in High Heels’ ha sido bienvenida al parlamento canadiense en su cuarta edición.

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“Educar a hombres y niños es parte de la solución, y es nuestra responsabilidad colectiva acabar con la violencia de género”, escribió en su cuenta de Twitter, compartiendo fotos del evento. “Los hombres, empezando por mí, deben ser conscientes de las consecuencias de sus acciones y palabras y hacer mejor para crear un espacio para las mujeres que los rodean”, señaló también Omar Alghabra.

Este truco de com provocó reticencias y burlas en las redes sociales. Empezando por Maxime Bernier, político opositor canadiense. “Mujeres canadienses, ¿se sienten más seguras ahora?”, comenta.

J.K Rowling, la autora de la famosa saga de Harry Potter, movilizada contra la violencia contra la mujer, pidió por su parte que los parlamentarios la mantengan «informada de la cantidad de feminicidios evitados» gracias a este evento. «Es simplemente ridículo», comenta un usuario. «¿Alguien puede apagar Canadá?», bromeó otro.

Para muchos internautas, la solución propuesta por los parlamentarios canadienses para combatir la violencia contra las mujeres es «ridícula». “Los políticos desfilan con tacones altos ‘de firma’ rosas para ser parte de la solución a la violencia contra las mujeres. Estoy tan avergonzada por ti”, escribe por ejemplo Bernadette Spofforth, una comentarista inglesa seguida por más de 200.000 personas.

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En Francia, la eurodiputada RN Mathilde Androuët cree que «aparte de denunciar los callos en los pies, ¿cuál es el punto?» “Qué indecencia para todas las víctimas de violación, palizas, etc. ¡que esperan ser protegidos de sus verdugos!”, continúa. “Todas las mujeres que toman tintineos se sienten aliviadas, y todos los muchachos que los pinchan tienen cojones. Todo por una causa muy graciosa al fin y al cabo”, ironiza la traductora y correctora Bérengère Viennot.

Ante tantas reacciones de este tipo, el ministro de Transporte de Canadá, Omar Alghabra, se mantuvo firme en sus botas y dijo que lamentaba que “un grupo de hombres con falta de confianza se pronuncien cuando ven a hombres con tacones altos”. “Es irónico que los que se quejan de la facilidad con la que se ofende a la sociedad se ofendan fácilmente con un simple gesto”, apunta en respuesta.