Le Fígaro Lyon

Golpe de calor en la estación de Sibelin. Dos vagones de carga chocaron en la mañana de este jueves 20 de abril en el sitio del patio de clasificación francés más importante para el transporte de materiales peligrosos, indica la prefectura del Ródano por medio de un comunicado de prensa. Uno de ellos quedó deformado por el choque, ocurrido en la localidad de Feyzin, en los suburbios del sur de Lyon. Contenía sosa de lavar, un producto clasificado como corrosivo en la normativa francesa. Se ha desplegado un importante dispositivo de seguridad, de acuerdo con las disposiciones previstas en este sitio particularmente sensible, en el corazón del Valle de la Química.

“Muy rápidamente se tomaron medidas cautelares para garantizar la seguridad de bienes y personas”, especifican los servicios del Estado. Entre las que destacan el confinamiento de los agentes de la SNCF y un corte de luz en el lugar. No menos de 40 bomberos están movilizados en el lugar, incluida la célula especializada en riesgos químicos. “El vagón cuya estructura se ha deformado no presenta fugas”, asegura la prefectura. No obstante, se realizará una operación de descarga de lejía “para evitar cualquier riesgo”. La operación del sitio no se reanuda hasta que se completa. El tráfico de trenes también tuvo que interrumpirse parcialmente al sur de Lyon cuando las líneas se vieron afectadas por una huelga ferroviaria en respuesta a la promulgación de la reforma de las pensiones. El sitio de Sibelin también estaba preocupado. El tráfico se reanudó gradualmente.

Más de 200 vagones de materiales peligrosos pasan todos los días por el patio de clasificación de Sibelin. Sustancias inflamables, explosivas o radiactivas que serpentean entre las diez instalaciones clasificadas Seveso de alto umbral en el valle químico, incluida la refinería de Feyzin. Varios incidentes, en su mayoría menores, se registran allí cada año. En 2017, el descarrilamiento de un tren había provocado la perforación de un vagón de bioetanol líquido corrosivo e inflamable. Este accidente, que había requerido la activación del plan Orsec, había puesto de manifiesto el desgaste de los raíles.