El ruso Andrey Rublev, 6º del mundo, ganó este domingo el torneo de Montecarlo al vencer en la final al danés Holger Rune (9º) por 5-7, 6-2, 7-5, y así conquistar su primer título de Masters 1000.
A sus 25 años, Rublev consiguió el mejor título de su carrera, tras disputar dos finales en esta categoría del torneo, ya en Montecarlo, en 2021, y en Cincinnati, el mismo año. «No sé qué decir… En el tercer set, en un momento pensé que no tenía más posibilidades de ganar», comentó Rublev, quien casi perdía 5-1 en el set decisivo antes de cambiar la situación. . «No sé cómo lo hice. Traté de jugar hasta el final porque mis dos últimas finales (de Masters 1000) las había dejado. Esta vez me dije a mí mismo que aunque tuviera que perder, al menos tenía que luchar hasta el final”, agregó. Privado de la bandera, el ruso aprovechó no obstante el apoyo del público y se lo agradeció: “Viniendo del país de donde vengo, recibir tanto apoyo internacional es enorme”, lanzó. Los dos jugadores se habían enfrentado dos veces: el danés ganó el año pasado en el Masters 1000 de París en cuartos de final antes de ganar el torneo al vencer a Novak Djokovic en la final. En enero, fue Rublev quien ganó el Abierto de Australia en los octavos de final. Tras salvar dos puntos de partido, se benefició de la ayuda de la red para anotar el último punto.
El domingo, el partido entre estos dos feroces toleteros no estuvo a la altura de todas sus promesas, especialmente en comparación con el enfrentamiento australiano. Después de un intercambio de saques neutrales a mitad del primer set, Rune ganó el primer set al beneficiarse de un gran error no forzado de Rublev en el punto de quiebre del último juego.
El ruso inmediatamente tomó la delantera en el segundo set para liderar 2-0, pero Rune volvió a 2-2. En el proceso, Rublev encadenó cuatro juegos para igualar a un set en todas partes. Rune parecía estar en camino a la victoria en el tercer set: lideró 3-0 y tuvo un doble punto de quiebre para liderar 5-1. Pero fue el ruso quien alineó tres juegos seguidos y luego logró el quiebre, aprovechando el nerviosismo de su oponente que falló notablemente dos remates seguidos, para liderar 6-5 y servir para el partido. Se dio tres puntos de partido consecutivos y concluyó con un ace en el segundo.