El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha anunciado el abandono de todos los planes en curso para nuevas autopistas inteligentes en el país, citando la falta de confianza del público en estos carriles sin arcén cuya seguridad está en entredicho. En un comunicado de prensa del sábado 15 de abril, Rishi Sunak insistió en la “plena confianza” que los usuarios de la vía deben tener en la seguridad de las infraestructuras.
Al hacerlo, el líder conservador está implementando una de sus promesas de campaña este verano, cuando el gobierno británico anunció por primera vez a principios de 2022 la suspensión de la extensión de su red de autopistas inteligentes. Está prevista una dotación de 900 millones de libras esterlinas (más de mil millones de euros) para mejorar la seguridad de las infraestructuras existentes, en particular mediante el desarrollo de 150 refugios adicionales a lo largo de estas autopistas.
Según los medios británicos, la red de carreteras del Reino Unido comprende alrededor de 600 kilómetros (375 millas) de autopistas «inteligentes», incluidos 375 km (235 millas) sin arcenes. Allí perdieron la vida un total de 38 personas entre 2014 y 2019, algunas atropelladas en vehículos detenidos en la vía. Se planearon 480 kilómetros adicionales (300 millas) para 2025.
Leer tambiénReino Unido sanciona a familiares de oligarcas rusos
Familiares de víctimas y asociaciones de automovilistas saludaron el abandono de nuevos proyectos, al tiempo que pidieron al gobierno que vaya más allá. Después de la letanía de juicios que encontraron que la «falta de un arcén contribuyó» a los accidentes fatales, el presidente de la asociación de automovilistas de AA, Edmund King, pidió su reincorporación.
Las autopistas inteligentes permiten aumentar la capacidad de tráfico sin costosos ensanches, al transformar el arcén en un carril de circulación, con un sistema de cámaras y señalización en tiempo real en caso de avería o accidente del vehículo, pero su seguridad está seriamente comprometida. En septiembre de 2021, el popular periódico Daily Mail afirmó que una de cada diez cámaras de vigilancia estaba rota, no funcionaba o apuntaba en la dirección equivocada.