En un contexto de acercamiento a Pekín y de tensiones con Occidente, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunció este viernes las maniobras de alerta y sorpresa de la flota rusa en el Pacífico.
Por orden del presidente Vladimir Putin, Sergei Shoigu dijo que la Flota Rusa del Pacífico, con base en Vladivostok, en el Lejano Oriente, trabajaría «a corto plazo» en el entrenamiento de combate en áreas marítimas «cercanas y lejanas».
Durante estos ejercicios, los barcos practicarán «repeler ataques aéreos masivos», «buscar y destruir submarinos», así como disparar torpedos, cañones y misiles, enumeró Sergei Shoigu, durante una reunión con oficiales de alto rango. Según el Ministro, estas maniobras tienen como objetivo «fortalecer las capacidades de las fuerzas armadas para repeler una agresión». El almirante Nikolai Evmenov, quien encabeza toda la flota rusa, será el responsable de supervisar estos ejercicios, dijo Sergei Shoigu. El portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, aseguró por su parte que estas sorpresivas maniobras «no están vinculadas» a la presencia de la OTAN en Asia-Pacífico, donde todas las miradas están puestas en China y su rival estadounidense.
“Es un entrenamiento militar habitual, de rutina, un desarrollo de nuestras fuerzas armadas, una inspección de su preparación para el combate”, dijo, y agregó que actualmente “no está planeado” que Vladimir Putin asista. “Continúa la práctica de inspecciones sin previo aviso, es habitual, en los últimos años se han realizado constantemente”, agregó. Este anuncio llega en un momento en que China, que realiza regularmente ejercicios militares conjuntos con el ejército ruso, anunció este viernes la visita a Rusia del Ministro de Defensa chino, del 16 al 19 de abril.