Los dos disparos LBD realizados por gendarmes a bordo de quads en Sainte-Soline (Deux-Sèvres) a finales de marzo son de «legítima defensa» y los soldados no han cometido «ninguna culpa», escribe la IGGN en un informe publicado este miércoles en la página web del Ministerio del Interior.
Estos dos disparos, realizados por gendarmes de un escuadrón de intervención motorizada (PM2I), y cuyas imágenes difundidas en las redes sociales habían desatado la polémica, “se realizaron durante la fase más crítica de la operación de mantenimiento del orden”, escribe la Inspección General. de la Gendarmería Nacional (IGGN) en su informe, consultado por France Info y del que ha tomado nota AFP. Este informe fue enviado al Ministro del Interior, Gérald Darmanin, por el Director General de Gendarmería Nacional, Christian Rodríguez el 4 de abril.
Si bien está «prohibido» disparar a LBD en movimiento, como nos recuerda la DGGN en una carta que acompaña al informe, «no se le puede imputar culpa» a los dos militares ya que los dos disparos se realizaron «en el marco justificado de la legítima defensa de uno mismo y de los demás” que “sustituye” a la prohibición de disparar en movimiento, señala la IGGN.
Estos disparos, uno parado y otro mientras se conducía, se produjeron en una «situación de peligro comprobado» para los gendarmes, mientras un «grupo de ‘bloques negros’ completa el cerco» de estos últimos, prosigue la IGGN. Los disparos se realizan en «situación de legítima defensa», «frente a sujetos peligrosos, decididos y reiterantes de la violencia», añade la inspección, que se basó en particular en las grabaciones de las cámaras peatonales de los soldados.
Leer tambiénSainte-Soline: la justicia administrativa valida 16 proyectos de embalses de agua
Los gendarmes «nunca intentaron ocultar» los disparos e «inmediatamente informaron a su jerarquía», observa la IGGN. “Ante estos elementos, me parece que nuestros soldados actuaron con profesionalismo, proporcionalidad y discernimiento”, agrega Christian Rodríguez en su carta.
La manifestación del 25 de marzo en Sainte-Soline contra las “mega-cuencas” reunió entre 6.000 y 8.000 personas según las autoridades, 30.000 según los organizadores. Este último reportó 200 heridos, incluidos 40 graves, del lado de los manifestantes, un hombre que aún se encuentra entre la vida y la muerte.