Se espera que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, llegue el martes 11 de abril por la noche a Irlanda del Norte con motivo del 25 aniversario del acuerdo de paz que puso fin a tres décadas de violencia. Orgulloso de sus orígenes irlandeses, Joe Biden visitará esta semana las tierras de sus antepasados en la República de Irlanda. Pero comienza su visita a la provincia británica con un pasado sangriento, muestra de la atención que presta al proceso de paz pero también, más recientemente, a las tensiones políticas que agitan a Irlanda del Norte.
El 10 de abril de 1998, el día de ese año del Viernes Santo antes de Pascua, los republicanos partidarios de la reunificación con Irlanda y los unionistas apegados a la permanencia en el Reino Unido lograron un inesperado acuerdo de paz tras intensas negociaciones entre Londres, Dublín y Washington. El acuerdo puso fin a tres décadas de violencia que dejó 3.500 muertos entre unionistas, en su mayoría protestantes, y republicanos, en su mayoría católicos, con la implicación del ejército británico.
Un cuarto de siglo después, el aniversario se celebró este lunes sin especial júbilo e incluso estuvo marcado por incidentes contra la policía, ya que Irlanda del Norte se encuentra en medio de una crisis política, con las instituciones paralizadas durante más de un año. Con mucho, el evento principal en torno a las conmemoraciones es la llegada del presidente de los EE. UU., que aterriza en Belfast el martes por la noche. Será recibido directamente en la pista por el primer ministro británico Rishi Sunak.
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Joe Biden se reunirá con Rishi Sunak el miércoles por la mañana, antes de asistir a una conferencia en la Universidad de Ulster en Belfast para destacar “el tremendo progreso desde la firma del acuerdo”. El lunes, el primer ministro británico subrayó que el aniversario del acuerdo era una ocasión para «celebrar a quienes tomaron decisiones difíciles, aceptaron compromisos y demostraron liderazgo».
Un compromiso que 25 años después parece inalcanzable en la provincia, donde las instituciones -creadas tras el acuerdo y que supuestamente unirían a las comunidades- llevan más de un año paralizadas por los desencuentros relacionados con el Brexit. El partido unionista DUP, visceralmente apegado a la pertenencia de la provincia al Reino Unido, se niega a tomar parte en el gobierno hasta que no se abandonen las disposiciones post-Brexit destinadas a evitar el retorno de una frontera física con Irlanda.
En este contexto ya de por sí difícil, Irlanda del Norte también elevó el nivel de amenaza terrorista tras el intento de asesinato de un policía en febrero reivindicado por miembros de un grupo republicano disidente. El lunes estallaron incidentes en la ciudad fronteriza de Londonderry, donde la policía fue atacada durante un desfile no declarado organizado por un grupo republicano disidente. No se reportaron heridos.
Para la visita de Joe Biden a la provincia se espera movilizar a más de 300 agentes del resto del Reino Unido. Una vez finalizada la parte norirlandesa de su visita, el presidente estadounidense deberá dirigirse el miércoles a la República de Irlanda y hacer escala en el condado de Louth (este) de donde es oriunda parte de su familia, antes de partir hacia Dublín por la tarde. La familia de Joe Biden emigró a mediados del siglo XIX, huyendo de Irlanda devastada por la hambruna como tantos otros, y finalmente se estableció en Pensilvania.
El jueves, Joe Biden se reunirá con el primer ministro irlandés Leo Varadkar y el presidente Michael D. Higgins. También se dirigirá a los parlamentarios irlandeses. Terminará su gira en el condado de Mayo (oeste), de donde provienen otros de sus antepasados irlandeses, el viernes dando un discurso frente a la catedral en el pequeño pueblo de Ballina. Su gira irlandesa también tiene intereses políticos en la escena política estadounidense. Con las elecciones de 2024 a la vista, Joe Biden quiere atraer votantes que aspiren al sueño americano del éxito de los inmigrantes.
