Los tres mosqueteros, de vuelta al cine, también fueron adaptadas para la televisión, en tiempos de los pioneros. Madelen te invita a ver o volver a ver dos adaptaciones, producidas por Claude Barma. El primero fue un regalo de Navidad ofrecido en 1959 por los líderes de la RTF, Radiodiffusion Télévision Française, a los dos millones de franceses que entonces poseían un televisor.

El 25 de diciembre, el único canal, todavía en blanco y negro, ofreció una película de dos horas, combinando escenas rodadas unas semanas antes con secuencias rodadas en directo en un plató de la rue Francoeur, al pie de la Butte Montmartre. En esta versión, adaptada de la obra de teatro de Dumas y Auguste Maquet, el papel de d’Artagnan lo interpreta un joven actor cuya filmografía sigue siendo tan discreta como limitada, Jean-Paul Belmondo. Barma le ofreció el papel del caballero después de haberlo descubierto en el teatro, en la creación de Oscar, donde le dio la réplica a Pierre Mondy.

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Apenas unos meses antes del estreno de À bout de souffle, que marcará el inicio de su gloria, el futuro «Bébel» se convierte así en socio de Jean Chevrier, Hubert Noël y Daniel Sorano, del TNP, alias Athos, Porthos y Aramís. El tráiler que también puedes descubrir en Le Figaro.fr muestra cuánto ya muestra, en pantalla, el patrón que se convertiría en su marca registrada.

Sin embargo, pocas veces hablará de esta aventura, e incluso voluntariamente se olvidará de recordarla, cuando evocará, a lo largo de las décadas, las grandes horas de su carrera. Perfeccionista en extremo, en efecto, ha conservado muy mal recuerdo de este drama. Los ensayos, con líneas aprendidas a toda prisa, eran demasiado cortos para su gusto, y le costaba seguir un ritmo impuesto sin el menor tiempo muerto, en decorados hechos a toda prisa, con efectos especiales visibles a primera vista. Es por ello que después nunca más aceptó la más mínima propuesta de filmación para la pantalla chica. Y, sin embargo, a esta versión de Los tres mosqueteros no le falta encanto ni calidad. En los créditos aparecen otros actores de prestigio, como Robert Hirsch y Georges Descrières, en los papeles de Planchet y Lord de Winter. Son entonces residentes de la Comédie-Française, a diferencia de Michel Galabru, alias Monsieur Bonacieux, que, dos años antes, abandonó la Casa de Molière para probar suerte en el cine.

Ver el vídeoDominique Paturel, un comediante dotado

Diez años más tarde, en 1969, Claude Barma lo hizo de nuevo con D’Artagnan, una miniserie en cuatro episodios que, a día de hoy, sigue siendo la única adaptación de la trilogía, es decir, Los tres mosqueteros, Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. Se aborda así el episodio de la Máscara de Hierro. También es la primera vez, en la historia de la pequeña pantalla, que una serie es, desde el principio, coproducida por Italia y Alemania. Esta colaboración ha llevado a compartir roles. Dominique Paturel y François Chaumette interpretan a d’Artagnan y Athos, mientras que Porthos y Aramis son interpretados respectivamente por Rolf Arndt y Adriano Amidei Migliano, doblados al francés por Georges Aminel y Jacques Toja. A estas películas de acción hay que añadir su antecesora, Los cuatro mosqueteros, producida en 1954 por Gilles Margaritis, el creador de La Piste aux Étoiles. Esta película de 35 minutos, protagonizada, entre otros, por Pierre Tchernia en el papel de Rochefort, es una parodia decididamente burlesca de la lucha entre bastidores entre el cardenal Richelieu, la reina y el duque de Buckingham. Un momento digno de Branquignols y Monty Python.