Un demócrata electo de Tennessee, que se había manifestado hace una semana por una mejor supervisión de las armas de fuego tras una masacre en una escuela, fue excluido el jueves 6 de abril de la Cámara de Representantes de este estado estadounidense, de mayoría republicana.

Los funcionarios electos votaron 72 votos a favor y 25 en contra de la exclusión de Justin Jones, quien se unió a cientos de manifestantes el 30 de marzo que exigían regulaciones más estrictas sobre las armas pocos días después de un tiroteo en una escuela cristiana en Nashville, la capital de este estado sureño, en en el que seis personas perdieron la vida, incluidos tres niños.

Los manifestantes habían ingresado al Capitolio de Tennessee para desafiar a los funcionarios electos locales reunidos en sesión. «¿Qué queremos? ¡Regulaciones de armas! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ya!”, habían coreado en los pasillos. Justin Jones había utilizado un megáfono para invitar a los manifestantes a gritar consignas como «Poder para el pueblo», según varios medios estadounidenses.

“Un funcionario electo que haya expresado su oposición puede ser excluido, esto es inaudito en Tennessee. Esto nunca ha sucedido en nuestra historia”, reaccionó el funcionario electo en la televisión estadounidense. “Lo que el país ve es que no tenemos democracia en Tennessee”, continuó. «Seguiré haciéndolos responsables de sus acciones… No se trata solo de mí, sino de tratar de silenciar y excluir el movimiento que estamos tratando de llevar a cabo».

Otra demócrata electa, Gloria Johnson, también amenazada de exclusión por las mismas razones, logró mantener su escaño, mientras que los parlamentarios tuvieron que decidir por la noche sobre la marginación de un tercer demócrata electo, Justin Pearson, también acusado de haber participado en la demostración.

“Tres niños y tres funcionarios asesinados en otro tiroteo masivo. ¿Y en qué se están enfocando los representantes electos del Partido Republicano? Castigar a los funcionarios electos que se unieron a miles de manifestantes pacíficos que pedían acción”, criticó el presidente estadounidense Joe Biden en Twitter. “Es impactante, antidemocrático y sin precedentes”, agregó.

El 28 de marzo, Audrey Hale, de 28 años, irrumpió en una escuela primaria cristiana, la «Covenant School», con dos rifles de asalto y una pistola, causando la muerte antes de que la policía la matara a tiros. La tragedia, cuyo móvil se desconoce, ha despertado gran expectación y reavivado el debate sobre la circulación de armas de fuego en Estados Unidos, donde suponen la primera causa de muerte de menores.