Las emisiones de gases de efecto invernadero volvieron a caer en Francia el año pasado, con un descenso más marcado a finales de año, una tendencia que el gobierno atribuye a su política climática pero que también se deriva de efectos económicos. “Según estas preestimaciones, las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) reanudaron su trayectoria descendente en 2022 tras el repunte observado en 2021”, indica este lunes el Citepa, organismo encargado de realizar el inventario francés. Estima las emisiones de 2022 en 408 millones de toneladas de CO2 equivalente (Mt CO2), 10 millones de toneladas o un 2,5% menos que el año anterior. “Estamos viendo un retorno a la caída interanual de las emisiones con el fin del efecto rebote post-Covid-19”, comenta Citepa.
En 2021, gracias a la recuperación económica pospandemia, las emisiones habían registrado un fuerte aumento del 6,4 % con respecto a 2020, que había estado marcado por una caída masiva debido a la parálisis de la economía vinculada al Covid-19. Sur les neuf premiers mois de l’année 2022, ces émissions, responsables du réchauffement climatique, avaient quasiment stagné (-0,3%) par rapport à la même période de 2021, selon les données du Citepa publiées à la fin de l’ año pasado. Este estancamiento se debió a un mayor uso de combustibles fósiles para compensar las dificultades del parque nuclear, pero también del transporte.
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Pero “de octubre a diciembre de 2022, las emisiones mensuales se reducen considerablemente respecto a las de 2021 (-9% en octubre, -11% en noviembre, -5% en diciembre)”, subraya Citepa este lunes en su última publicación. Por sector de actividad, el panorama es mixto. Así, las emisiones anuales aumentaron un 8% en energía en 2022, y más modestamente un 2% en transporte. En cambio, bajan un 8% en la industria manufacturera y la construcción y bajan un 15% en el sector residencial/terciario. El gobierno ha saludado una tendencia que, en la segunda mitad de 2022, dice refleja “los efectos de (su) política climática en los últimos meses”.
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“En el cuarto trimestre de 2022, nuestras emisiones cayeron un 8,5% en comparación con el año anterior. Este es en particular el resultado del plan de sobriedad y la movilización ”, comentó la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. “En los próximos meses, llevaré a cabo un próximo programa de energía y clima, que marcará objetivos aún más ambiciosos, ya que aún queda mucho camino por recorrer”, agregó. La France, dans sa stratégie nationale bas carbone révisée – après la non atteinte des objectifs sur la période 2015-2018- s’est fixé un budget carbone à ne pas dépasser pour la période 2019-2023 qui s’élève à 422 MtCO2e/an de media. El promedio de emisiones preestimadas en el período 2019-2022 asciende actualmente a 413 Mt CO2, sujeto a la consolidación de estimaciones, indica Citepa.
A pesar de todo, la tendencia actual está desfasada con la reducción necesaria para que Francia cumpla su objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050. Se ha comprometido a reducir un 40% sus emisiones en 2030, una ambición que hay que reforzar para tener en cuenta nuevos objetivos europeos (-55% con respecto a 1990). Según el Consejo Superior para el Clima (HCC), para alcanzar estos objetivos, el país debería duplicar la tasa de reducción de sus emisiones hasta unos 16 millones de toneladas de CO2 equivalente (-4,7%) al año durante el período 2022-2030. . Anne Bringault, coordinadora de programas de la Red de Acción Climática (RAC), también cree que los descensos registrados en 2022 «son un poco falsos».
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El sector residencial en particular «se benefició mucho de las temperaturas muy suaves de la última parte del año, eso no quiere decir que vuelva a ocurrir», señala a la AFP. “La industria también ha sufrido con la subida de los precios de la energía por paros económicos que no son realmente políticas para luchar contra el cambio climático, y que pueden no volver a ocurrir”, según ella. La asociación también está preocupada por el aumento de las emisiones en el sector del transporte, juzgando que este último “lamentablemente sigue siendo muy dependiente de los combustibles fósiles”.