Los 27 estados miembros de la UE aprobaron definitivamente este martes el fin de los motores térmicos en los coches nuevos a partir de 2035, una medida central del plan climático de los 27, formalizando luz verde ya concedida el día anterior. Así, se valida el texto que obligará a los coches nuevos a dejar de emitir CO2 a partir de mediados de la próxima década, prohibiendo de hecho los vehículos de gasolina, diésel e híbridos, en favor de los vehículos totalmente eléctricos.Entre los Veintisiete, solo Polonia votó en contra. Italia, Rumania y Bulgaria se abstuvieron durante esta votación de los ministros de energía de la UE (Unión Europea) reunidos en Bruselas.

La víspera, los embajadores de los 27 habían acordado proceder este martes a esta adopción formal, etapa final de un largo proceso legislativo. Este texto forma parte del objetivo europeo de neutralidad en carbono en 2050. Berlín había sorprendido a sus socios a principios de marzo al bloquear el reglamento cuando ya había sido aprobado a mediados de febrero por los eurodiputados reunidos en el pleno, tras dar luz verde a los estados miembros, entre ellos Alemania. Para justificar su cambio de actitud, extremadamente raro en esta etapa del procedimiento, Alemania había exigido que la Comisión presentara una propuesta que abriera el camino a los vehículos que funcionan con combustibles sintéticos.

Esta tecnología, controvertida y aún en desarrollo, consistiría en producir combustible a partir del CO2 resultante de actividades industriales. Defendida por fabricantes alemanes e italianos de alta gama, extendería el uso de motores térmicos después de 2035. La Comisión Europea y Alemania anunciaron el sábado que habían llegado a un acuerdo para desbloquear el texto, que se mantiene sin cambios. Bruselas simplemente se ha comprometido a allanar el camino más claramente para los combustibles sintéticos en una propuesta separada que deberá validarse para el otoño de 2024.

Los vehículos equipados con un motor de combustión pueden matricularse después de 2035 si solo utilizan combustibles neutros en términos de emisiones de CO2, saludó el ministro de Transporte alemán, Volker Wissing. En opinión de muchos expertos, la tecnología de los combustibles sintéticos tiene pocas posibilidades de imponerse en el mercado y, en el mejor de los casos, solo afectaría a una minoría de vehículos de lujo. Es cuestionado por las ONG ambientalistas que lo consideran costoso, consume mucha energía y es contaminante.