La batalla comunicacional entre la izquierda y el gobierno continúa. Dos días después de la manifestación en Sainte-Soline contra las megacuencas, que degeneró en enfrentamientos violentos, los representantes electos de izquierda denunciaron la doctrina del mantenimiento del orden. El gobierno, por su parte, señala con el dedo la presencia de diputados, en particular rebeldes y ecologistas, en una manifestación que, sin embargo, está prohibida.

“Debemos dejar las fábulas”, así declaró desde el principio el Ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, invitado en France Inter el lunes por la mañana. Pour le membre du gouvernement, la «fable» est celle de raconter que «les gens avaient prévu d’aller faire une petite balade bucolique pour aller regarder un chantier», comme l’a évoqué Jean-Luc Mélenchon en relatant «une marche dans Campos». Christophe Béchu mencionó, por el contrario, la incautación del «arsenal» de ciertos manifestantes antes y durante la manifestación, evocando «bolas de petanca» o incluso «bombonas de gas».

En este contexto, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, juzgó en BFMTV/RMC «inaceptable» que funcionarios electos «en particular y esencialmente de la extrema izquierda, con el pañuelo», estén presentes. Más “cuando tienes una manifestación que está prohibida porque les dicen que va a haber gente violenta que no tiene nada que ver con la ecología”. “Jean-Luc Mélenchon es rebelde ante la violencia policial, pero es sumiso ante todas las demás formas de violencia”, regañó el ministro. Acusando a «Jean-Luc Mélenchon y sus amigos» de ser «los rentistas de la ira, los rentistas de la miseria de la gente pequeña» y «los accionistas de estas formas de violencia».

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Al micrófono de Europa 1, Marc Fesneau por su parte evocó a los «activistas violentos» que hacen «guerrillas urbanas», acompañado de parlamentarios. “Cuando veo a los parlamentarios caminando en medio de los campos, les recuerdo que están en propiedad privada y que están destruyendo la propiedad ajena”, planteó el Ministro de Agricultura. Reprochando a estos funcionarios electos por no tener “respeto por los territorios rurales”, “agricultores” y “personas que trabajan en estos campos”. “Si vamos al jardín del señor Mélenchon a decirle que le vamos a arrancar las flores y pisotear su jardín, creo que no le va a gustar”.